Hamás y Fatah (la organización liderada por Mahmoud Abbas, el presidente de la Autoridad Palestina) tienen en común el deseo de exterminar Israel. La diferencia es que Hamás quiere hacerlo de inmediato, y Mahmoud Abbas (que por eso es considerado moderado) lo quiere hacer en etapas.
Otra diferencia entre las dos organizaciones es su propósito final (luego de haber destruido Israel). Hamás, una organización fundamentalista islámica relacionada con la Hermandad Musulmana (considerada terrorista por los gobiernos de Bahréin, Egipto, Rusia, Siria, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos), quiere crear un califato islámico. Fatah es secular.
En el año 2007, durante cinco días de lucha (10 al 15 de junio) Hamas asumio el control de Gaza y expulsó a los funcionarios de Fatah. 118 personas murieron (muchos de ellos arrojados al vacío desde las azoteas de altos edificios) y mas de 550 fueron heridos. (Fue a raiz de que Hamas se apoderó del control de Gaza que Israel y Egipto establecieron un bloqueo de la region).
Durante los últimos diez años, a pesar de haber firmado varios acuerdos de reconciliación, (el último de ellos, en Moscú a principios de este año) los dos regimenes continuan su enemistad.
En mayo del 2017 Hamas anunció su intención de crear un Consejo de Administración para gobernar formalmente Gaza. Mahmoud Abbas consideró que eso equivalía a una declaración de independencia de Hamás, y reaccionó informando a Israel que ya no le pagaría por proporcionar electricidad a Gaza. Esto significó que la poblacion de Gaza podía usar electricidad solo unas cuatro horas al dia. Tambien anunció que cortaría drasticamente los salarios de decenas de miles de “funcionarios” en Gaza, que en realidad es un subsidio a la región.
La situación de Hamás se hizo dificil hasta que este mes anunció que disolvería el gobierno local de Gaza para reemplazarlo por funcionarios de la Autoridad Palestina y pidió que se realicen elecciones generales.
El dilema de Abbas es que aceptar la propuesta de Hamás, (que él bien sabe que sólo es un bluf) significa tener que realizar elecciones generales, las cuales darían el resultado, según las encuestas, de un triunfo de Hamás.
Abbas no puede rechazar la propuesta de Hamás ya que en teoría eso es lo que él ha estado pidiendo durante años. Tampoco puede aceptar la propuesta ya que eso equivaldría a entregar a Hamás el control sobre la Autoridad Palestina.