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Hogar LeDor VaDor. “El Hogar no está hecho para gente de clase media”, aseguró su flamante presidente

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Itongadol.-Alejandro Kladniew, quien hace pocas semanas asumió la presidencia del Nuevo Hogar LeDor VaDor, invitó a los medios de prensa comunitarios a la institución y manifestó: “Cuando viene una persona, con todo su sentimiento que quiere poner a su papá en un lugar judío y de mucha calidad, y no es ni rico ni es pobre estamos en un problema, porque si toma el lugar de un pobre le saca una cama a una persona que no tiene un lugar digno para ir y si toma el lugar de un rico, no sólo no lo puede pagar sino que nos saca una beca. Entonces ahí hay una tensión que nosotros no la podemos resolver, porque el Hogar fue concebido para los pobres, y esa es su misión esencial. Además, el Hogar no está hecho para gente de clase media”

Kladniew, luego de la presentación del nuevo director general del Hogar, Enrique Burbinski, se refirió extensamente a como se implementó la idea con que fue concebido el Nuevo Hogar LeDor VaDor, donde la prioridad de atención es la gente pobre, pues se tomó el legado del hogar de ancianos que estaba ubicado en Burzaco, provincia de Buenos Aires, y se lo “diseñó intentando no llegar al problema que tuvo Burzaco de desfinanciación”, para lo cual se estableció “que haya 100 personas que paguen un arancel por encima del costo para ayudar a financiar a los otros, que aparte logran algo muy interesante, traccionan que los más pobres tengan un servicio de más calidad porque si no, no vendrían. Sabemos que esto es muy judío porque cuando uno lee en el Talmud sobre Tzedaká, queda claro que los que más tienen, deben bancar a los que menos tienen, eso ocurre aquí, se puede verificar tangiblemente y no desde el punto de vista sólo del discurso”.

En el momento en que se realizó la reunión, se informó que el Nuevo Hogar cuenta con 312 residentes, de los cuales dos tercios son personas carenciadas y el tercio restante es el que abona aranceles superiores al costo, a fin de poder becar a quienes no están en condiciones de ir a otro lugar digno.
Kladniew explicó que el costo mensual es de unos $55.000 por residente, y que los aranceles del tercio mencionado anteriormente van de $76.000 a $115.500.
“La prioridad del Hogar la tienen los más pobres”, aseguró el presidente del Nuevo Hogar refiriéndose a que “hay gente que tiene la idea que es un Hogar para ricos”, manifestando que “cuando viene una persona, con todo su sentimiento, que quiere poner a su papá en un lugar judío y de mucha calidad, y no es ni rico ni es pobre estamos en un problema, porque si toma el lugar de un pobre le saca una cama a una persona que no tiene un lugar digno para ir; y si toma el lugar de un rico, no sólo no lo puede pagar sino que nos saca una beca. Entonces ahí hay una tensión que nosotros no la podemos resolver, porque el Hogar fue concebido para los pobres y esa es su misión esencial.”

Kladniew continuó explicando: “Lo de los ricos, o de los pudientes o lo de la gente que puede pagar por encima del costo, es una salida estratégica que se hizo para tener a los pobres, entonces viene un individuo de clase media, que quizás puede poner $ 20.000, que no es una cifra menor, que no cualquiera tiene, y que representa un esfuerzo, y que le decís que no aceptás al familiar, porque el pobre no puede poner ni 20.000 y si lo mando a un lugar público, lo mando a un lugar que no es digno. En cambio, el que tiene 20.000, con la jubilación y un subsidio va a poder ir a un lugar digno, pero no al lugar que él quiere. Entonces, van a escuchar a un montón de gente que quizás en esa situación, algunos lo comprenden y lo comprenden bien, pero hay mucha gente que no lo comprende, que se frustra y lo que hace es hablar mal del Hogar. Quizás nosotros tampoco lo explicamos del todo bien, pero ante la cuestión personal de que su padre no puede acceder a este lugar que es de todos, que es de la comunidad, que no tiene una capacidad infinita. “Lo entiendo porque si yo hubiera querido poner a mi papá acá, hubiera estado en el mismo lugar que ellos, porque el Hogar no está hecho para gente de clase media. Pero este es un tema que en general no es fácil y en la Argentina es menos fácil”.

Kladniew también se refirió a la cantidad de servicios y actividades que el Nuevo Hogar le ofrece a los residentes y a como cambió la situación de los residentes en los casi 10 años de la institución, poniendo como ejemplo el aumento considerable de la cantidad de sillas de ruedas que se utilizan en relación con las que eran necesarias al abrir las puertas de la institución.
Otro aspecto al que se refirió es la tarea que realizan a fin de mantener la institución en el tiempo, sin bajar la calidad de los servicios brindados y a los dos ejes en que están trabajando para el año venidero. Uno de ellos es generar un texto sobre la ancianidad en el pueblo judío, desde las fuentes, y redactar una antología de todo lo que el pueblo judío dice de la ancianidad. Hay muchas cosas que están en el inconsciente colectivo del pueblo judío, por ejemplo la obligación de donar. La ancianidad es un tema eje en el pueblo judío, dando educación sobre este asunto.
El otro de los ejes es agradecer a los donantes. La verdad es que este Hogar se hizo y sostiene con recursos (donaciones) de gente, y “la mejor manera de agradecerle es mostrarle esto, que el Hogar existe y atiende a quien hay que atender. Hay que agradecer a los que ponen y castigar a los que no ponen. Los donantes siguen donando porque creen en lo que hacemos. Hay que darle un mérito muy grande a Jorge Fainzaig. La gente no está dispuesta a enojarse por el servicio comunitario, porque en otro ámbito pueden hacer negocios, etc. Y a Jorge, en ese sentido, le importaba el Hogar y si venía un tipo y daba consejos y no daba plata, le decía está todo muy bien pero no puede haber un dirigente de una institución que se dedica a lo social que no ponga y eso deberíamos establecerlo comunitariamente, y si ese tipo dice doy mi tiempo, gracias pero tenés que poner plata también.

También explicó que se está trabajando para ser más eficientes; que el Estado Nacional considere el tema de las tarifas de servicio para la institución luz, agua; y de manera permanente manteniendo reuniones con PAMI, y que la cultura del donante, en todo el mundo, no sólo acá, es que no dona de sus ahorros, dona de sus ingresos, y en los momentos de dureza económica son los más difíciles de recaudar.

Como era previsible, la situación en que quedó el Hogar de ancianos de Burzaco le fue planteado a Kladniew, a lo que manifestó: “Nosotros no tenemos que amar a los ladrillos. Este es el Pueblo del Libro. Nosotros tenemos que amar los valores que tenemos, los textos y a las personas. En Burzaco lo más relevante que teníamos, eran los residentes y la misión, lo preservamos. No quiero museos del judaísmo, quiero vida del judaísmo. La plata no sobra, tenemos que trabajar sobre la vida, nosotros trabajamos sobre la vida. Como dirigente tengo que ver dónde está la prioridad”. “Nosotros no tenemos que ver cuantos shules hay, sino cuantos chicos hay en la red escolar. No tenemos que medir shules, o sea las instituciones son herramientas, no son un fin en sí mismo. Si mañana no existen ciertas instituciones pero existe el sentido de continuidad del pueblo judío, eso es más importante.”
Kladniew explicó que “El Hogar es una herramienta, Burzaco fue una herramienta. En el pueblo judío la cantidad de años que van a vivir estas instituciones no son nada, son significativas para nosotros porque somos contemporáneos, pero en la historia del pueblo judío no tienen ninguna significación. Lo que vale es la preservación de los valores, del contenido, del sentido de ser, de que creemos que tenemos valores universales, que los interpretamos de una manera especial. Los valores son de todos, eso es lo que vale. Si después el Hogar LeDor VaDor se va a llamar de otra manera pero vamos a preservar cuidar a los ancianos, vale la pena; si vamos a seguir haciendo tikum olam de otra manera, vale la pena. Si vamos a seguir donando como corresponde y seguir poniendo el diezmo, aunque nos duela, como decía Maimónides, vale la pena. Pero si tenemos instituciones pero no hacemos todo eso, el pueblo está muerto”.

“El Hogar es de la comunidad porque fue fundado por Tzedaká, por la AMIA, por el Joint, que pusieron dinero para hacerlo y por toda la gente que donó. Yo soy un representante, o un administrador, de todo un grupo de gente, que en realidad son miles de donantes, miles de personas, más todos los abuelos que pasan por acá de manera permanente. Todos los que estamos acá somos este Hogar, que es la suma de todos nosotros, y que estamos administrando algo de todos. Si creemos que es nuestro estamos mal, y ahí pasa que se confunde lo privado de lo comunitario. Hoy estamos acá como mañana van a estar otros. Ahora cuando hay un presidente, o una comisión directiva o un tesorero que se apropia de la institución, aunque sea comunitaria, ésta termina siendo privada, cuando dice `este entra, este no entra`, cuando no hay criterios objetivos de valuación, y esto es lo que no debería pasar, aunque después dicen que es comunitario”, sostuvo.

Alejandro Kladniew estuvo acompañado por el nuevo director de gestión asistencial, el Dr. José Ricardo Jáuregui; la directora del departamento de admisiones, Ana Zukerman; y el director general, Enrique Burbinski, agregándose posteriormente Guillermo Borger, quien fue presentado como miembro de la comisión de la institución.

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