Itongadol.- La medición de los patrones de la mirada de los niños mientras están frente a una película es una forma confiable de identificar con precisión casi la mitad de los casos de trastorno del espectro autista (TEA), según un nuevo estudio publicado recientemente en la revista Autism Research por investigadores de la Universidad Ben-Gurión (BGU).
«Es probable que el seguimiento ocular sea una de las primeras tecnologías que se incorporará al uso clínico para la evaluación de los síntomas de TEA, pero debe optimizarse para identificar y cuantificar síntomas específicos», explica el profesor Ilan Dinstein, de los departamentos de Psicología y Ciencias Cognitivas y Cerebrales y director del Centro Nacional de Investigación del Autismo de Israel. «Este nuevo estudio da un primer paso importante en esta dirección, utilizando la tecnología de seguimiento ocular para comparar diferentes películas y medidas dentro del mismo grupo de niños».
Según el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), uno de cada 59 niños en EEUU tiene TEA. En general, cuando los niños en desarrollo suelen ver películas de interacciones sociales, lo hacen de manera confiable y predecible, observando rostros, gestos, movimientos corporales y objetos que son relevantes para la interacción social y su narrativa. En el nuevo estudio, los investigadores demuestran que los niños con TEA ven esas películas con patrones de mirada significativamente más variables.
Estudios previos de seguimiento ocular han informado que los niños con TEA se fijan menos en las caras en comparación con los grupos de control. Sin embargo, los niños también deben contemplar acciones, gestos, movimientos corporales, detalles contextuales y objetos que forman parte de la narrativa social, creando así patrones de mirada complejos para comprender adecuadamente las interacciones sociales.
En el estudio actual, los investigadores controlaron a los niños con tres películas cortas, cada una mostrada dos veces. Dos de las películas estaban animadas y una era un video casero realista; todos contenían interacciones sociales entre al menos dos individuos. Este diseño experimental permitió comparaciones entre películas, presentaciones y diferentes medidas de seguimiento ocular para identificar cuál es la mejor técnica para identificar a los niños con TEA según las diferencias en el comportamiento de la mirada.