Itongadol.- Próximos al inicio de 2015, cuando la DAIA cumplirá 80 años, la Agencia Judía de Noticias (AJN) consideró oportuno hacer un balance de la gestión de esta cadencia que lleva dos años de ejercicio y se apronta para enfrentar sus últimos 12 meses a cargo de la entidad.
Encabezados por el titular de la institución, Julio Schlosser (al centro en la foto), los vicepresidentes 2º y 3º, Ricardo Furman (segundo desde la izquierda) y David Drukier (primero), respectivamente; el protesorero 1º, Alberto Zimerman (segundo desde la derecha); y las vocales Mirta Goldstein (tercera) y Rosa Meresman de Fishman (primera) explicaron la tarea específica que llevan a cabo y debatieron acerca de la sustentabilidad económica de la DAIA y el incipiente panorama preelectoral.
“La DAIA se encuentra en su mejor etapa, con un equipo que se ha ensamblado perfectamente; no se impusieron los roles: cada uno fue tomando espontánea y libremente el que creía que tenía la fuerza y capacidad para adoptar”, resumió el presidente.
“Creo que cuando dejemos esta gestión vamos a poder decir ‘queda un equipo capacitado, que puede trabajar con cualquier otro Ejecutivo porque encontraron su rol; ello nos satisface porque no la vamos a dejar huérfana”, agregó.
Por sus antecedentes personales y profesionales, a Goldstein le “tocó asumir todo lo que se refiere a derechos individuales y colectivos y la ‘no violencia’ contra la mujer”.
En ese sentido y “aprovechando que la DAIA cumple 80 años vamos a hacer uno o dos eventos importantes, que vamos a llamar ‘DAIA Mujer’, que incluyan pasado, presente y futuro de la mujer en la comunidad y las instituciones judías, desde aquellas que participaron solitariamente muchas veces en comisiones de hombres y tuvieron que hacer el esfuerzo de entender cómo éstos manejan la política hasta las de hoy, que tenemos ideas propias sobre cuáles son las mejores políticas a llevar adelante”, anticipó.
En tanto, Fishman se refirió a su labor con el Interior: “Nos acercamos a distintas DAIAs; sabemos que somos la campana, que todas las instituciones necesitan consultarnos y vernos y nosotros, que nos conozcan”.
En ese marco, en cada visita entrega una placa que reconoce a la entidad que la recibe como adherida a la DAIA.
Además, con la directora del Centro de Estudios Sociales, Marisa Brylan, y la investigadora Verónica Constantino trabajan en escuelas la temática de la diversidad y la discriminación.
“Generalmente se pasa un video y después se les pide a los chicos su opinión de por qué se sienten discriminados; ‘salta’ cualquier cosa -el boliviano, el alto rubio, el bajo gordo, el gitano, el paraguayo…-, luego retomamos el tema para ver de dónde son sus abuelos y resulta que todos o la mayoría son inmigrantes”, lo cual es muy “importante” porque “en ese momento hacen el clic”, explicó.
“Hay que decir con todas las letras que hemos reconstruido una DAIA absolutamente federal y los representantes del Interior están en constante contacto con nosotros”, acotó Schlosser.
Posicionamiento. “Privilegiamos la relación hacia afuera y tenemos como bandera la diversidad; somos uno de los tantos colectivos del país y trabajamos como tal”, aseguró Zimerman, quien admitió que “la DAIA no es tan conocida” fuera de la comunidad judía como puede creerse y saberlo “es una oportunidad” para revertirlo.
“Una forma de hacerlo es trayendo a los referentes más importantes de otras confesiones y sociedades”, y en esa orientación “hemos terminado un curso interconfesional, al cual venía un promedio de 25 a 30 personas, judías, cristianas y musulmanes”, subrayó.
“Cuando había una manifestación en la calle (en la puerta del edificio donde funciona) la Embajada de Israel, en medio del conflicto (con los terroristas palestinos de la Franja de Gaza, meses atrás), acá estaba disertando un musulmán”, destacó el experto en relaciones interreligiosas.
Otro ejemplo en ese sentido fue que “cuando fue el atentado en Jerusalem, donde mataron a civiles en una sinagoga, la totalidad de los profesores del curso, que son las personas número uno del país, firmaron una declaración en conjunto” de repudio, añadió.
“Cuando las minorías que tenemos en el país -chinos, bolivianos, paraguayos, homosexuales- tienen algún problema, recurren a la DAIA, y eso es un valor muy importante para nosotros”, intervino Drukier.
Asimismo, “estamos dejando una serie de proyectos bastante innovadores, como el que tiende a abrirse al mundo de las comunicaciones, la cultura, el deporte -destaco la reunión con 30 sindicalistas, que fue un hecho inédito-, y un buen trabajo de planeamiento estratégico que hicimos todos los miembros del Consejo Directivo, con un análisis introspectivo de fuerzas, oportunidades y amenazas, planteando cuáles son las visiones que tenemos para la DAIA de los próximos diez años y una serie de iniciativas que van a trascender a más de un Consejo Directivo”, aseveró Furman.
Schlosser aclaró que el encuentro mencionado fue con “secretarios generales de gremios de todas las extracciones políticas”, para festejar el Día del Trabajador.
“Cuando planteamos el Nuevo Modelo Comunitario y los distintos cursos de acción dijimos que una forma muy novedosa de combatir el antisemitismo era difundir, educar y llegar a otros grupos a los que la DAIA normalmente no recurría -las Fuerzas Armadas, los sindicatos, los deportes- y que no necesariamente fueran proclives al mundo judío, y que teníamos que ampliar nuestro mensaje: no limitarnos a Medio Oriente y el antisemitismo, sino hablar de otras cosas; en ese camino estamos y vamos a seguir”, prometió su vicepresidente 2º.
Financiamiento. “Estamos dejando una DAIA económicamente más sustentable, sorteando las dificultades, que fueron realmente muchas, si bien queda mucho por hacer, y que ha podido demostrar total independencia; por ejemplo, con el tema del Memorándum” de Entendimiento con Irán en paralelo a la investigación del atentado a la AMIA, recalcó Furman, para quien “lo fundamental” fue “demostrar que se puede trabajar en equipo”.
“Lo principal de esta cadencia fue el ordenamiento de la gestión porque encontramos a la DAIA un poco en caos por cuestiones internas”, opinó Drukier.
Había “un desorden que no nos gustaba, que no queríamos”, suavizó el presidente.
Así que “se puso la casa en orden, se empezó a trabajar, y fue fundamental el ordenamiento económico que se hizo, que nos permitió mirar un poco más adelante y diagramar la tarea a futuro; y todo esto se hizo en medio del desafío que nos generaron cosas que sucedieron políticamente, como el Memorándum, el seguir reclamando por la ‘causa AMIA-DAIA’ y otros aspectos en los cuales se hicieron muchos adelantos”, completó el vice 3º.
“El trabajo fundamental no es el que todo el mundo ve, sino el de todos los días, y Furman ha trabajado muchísimo con nosotros en el planeamiento estratégico porque uno no puede planificar económicamente si no sabe adónde quiere ir; entonces, el punto esencial es que estamos acompañando la gestión del hoy con una perspectiva a diez años y somos conscientes de qué es lo que nos falta”, enfatizó el protesorero 1º.
“Hay un tema fundamental: si el ingreso depende de una o dos fuentes, no sos independiente; estamos tratando de ampliar la recaudación a través de la Fundación (Amigos de DAIA), todavía no hemos logrado el objetivo, pero queremos que la fuente de ingreso -sea pública o de privados- no esté concentrada”, ya que “al comienzo, la gestión tenía una financiación mayoritariamente del gobierno, que fue cayendo al decirle que no al Memorándum”, confirmó el vicepresidente 2º algo que era “un secreto a voces”.
“En ninguna parte del mundo existe la debilidad que tenemos acá, donde la comunidad judía no sostiene a la DAIA” económicamente, criticó Zimerman.
“Si no tenés independencia económica, no podés ser políticamente independiente”, rubricó Furman.
Comicios. “Falta un año y no nos podemos arrogar el derecho de distraer nuestros esfuerzos en una temática que hoy no preocupa, no le haría bien a la DAIA hacia adentro ni hacia afuera; estamos comprometidos con un programa a futuro y la elección tiene que ser algo natural cuando llegue el momento”, aclaró Schlosser.
“No me opongo a que Ricardo, Alberto o Mirta tengan ambiciones políticas, el hombre es un ser esencialmente político y social, pero antes de hablar de un proceso electoral, el dirigente de la DAIA tiene que terminar su gestión, para no tirar por la borda todo lo que se hizo hasta ahora”, insistió.
Por lo pronto “tenemos el desafío de seguir posicionando a la DAIA y organizar un ciclo de trabajo que sea una muestra total de estos 80 años”, impulsó su presidente.
“Hay varios sentidos de liderazgo, y una forma es armar un equipo y saber cuándo delegar”; en ese sentido, “Julio es un fenómeno y un brillante presidente: ha sabido encontrar lo mejor de cada uno de nosotros y para mí debería continuar ayudándonos”, sugirió Furman.
“Hace dos años, si bien el Nuevo Modelo Comunitario nació de un pequeño grupo que se fue expandiendo, muchos adherimos al acuerdo con Julio y se abrió la posibilidad de pensar a 10 ó 15 años con planes, y si bien la figura del presidente es fundamental, lo más importante fue la construcción del equipo, por lo cual visualizo que podamos continuar: esos programas no se terminan en un año, ni se puede lograr la sustentabilidad antes de octubre”, continuó.
“Veo la política como gestión y no sé desde qué cargo, pero estaré haciendo lo mismo”, completó el vicepresidente 2º.
“Estamos gestionando y nadie puede fogonear otra cosa” porque “tal vez ante la expresión de los deseos políticos de algunos de nosotros exista otro interesado en sacarla de un contexto amistoso y de trabajo en conjunto, diga ‘quiero ser presidente’ y, de alguna manera, meta una cuñita en una rueda que camina muy bien”, advirtió Schlosser.
“La DAIA está unida, gestionando muy bien, y el presidente seguirá trabajando hasta el día que asuma el que toque”, concluyó.
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