La comunidad judía de Austria (IKG) confirmó que trabaja en forma conjunta con sus pares de Alemania y Suiza para mantener la legalidad de la circuncisión religiosa, después de los reiterados llamamientos para que se ponga fin a esta práctica.
El IKG conformó un grupo internacional de coordinación con las comunidades judías de Alemania y Suiza, indicó el presidente la organización Oskar Deutsch.
Esto sigue a un acalorado debate que comenzó el mes pasado cuando un tribunal en la ciudad occidental alemana de Colonia consideró que la circuncisión -observada por los musulmanes y los judíos por motivos religiosos- era equivalente a lesiones corporales graves.
Un par de hospitales en Suiza también se sumó a esta posición y decidió, al menos temporalmente, suspender las operaciones de este tipo.
El gobernador de la provincia más occidental de Austria, Vorarlberg, Markus Wallner, por su parte emitió una recomendación provisional a los hospitales a no realizar las circuncisiones, incluso por motivos religiosos.
Esto llevó a una llamada conjunta sin precedentes por parte de judíos, musulmanes y cristianos de Austria que el viernes instaron al gobierno que "emita un claro compromiso sobre la libertad religiosa y la legalidad de la circuncisión masculina".
También en Alemania, la comunidad judía hizo un llamado al gobierno a proteger a la circuncisión religiosa.
Deutsch dijo que estaba convencido de que "una ley para proteger la circuncisión religiosa de los hombres será aprobada en Alemania."
El statu quo en Austria, que ya permite la práctica, también se mantendrá, expresó confiado el líder comunitario.
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