El alcalde de Jerusalem, Nir Barkat, hizo hincapié en la importancia de la construcción en curso en la ciudad "como la única solución a la crisis de la vivienda".
La semana pasada la Planificación de Jerusalem y el Comité de Construcción aprobó la construcción de 1.100 viviendas en el barrio de Gilo.
El comité denominó la decisión como "un buen regalo para Rosh Hashaná", ya que ofrece viviendas a precios razonables. Sin embargo, la medida provocó críticas generalizadas sobre todo en el extranjero adjudicando que las construcciones son sólo para judíos.
El alcalde contestó a estas criticas remarcando que también se construye para los árabes en Jerusalem oriental, incluida la legalización de las viviendas reguladas en el barrio de Arnona, donde recientemente se autorizaron 1.000 apartamentos de judíos y 1.500 para los árabes “Entonces, ¿Lo que quieren que se congele la construcción de todo el mundo? ¿Para los árabes también? ¿Hay que dejar el tema del crecimiento natural sin respuesta?", dijo Barkat.
"Tenemos que seguir construyendo porque esa es la única respuesta a la crisis de la vivienda de Jerusalem. La solución es el desarrollo de los barrios existentes", agregó.
Barkat también criticó al gobierno que según él no promueve la construcción de Jerusalem como debería ser. "Es una vergüenza que el gobierno no autorice importantes proyectos que ya debería haber puesto en marcha", opinó.
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