El Ejecutivo de la Knesset (Parlamento israelí), integrado por el titular y los 9 vicepresidentes del organismo, rechazó hoy, lunes, un proyecto de ley por primera vez desde 2004.
Se trató de la propuesta del diputado Ahmed Tibi (Liga Árabe Unida-Taal) de prohibir la financiación pública de organizaciones que nieguen la “Nakba”, denominación que los árabes le dan a la “catástrofe” que para ellos representó la creación del Estado de Israel.
“Este proyecto de ley es claramente desafiante y provoca al Estado de Israel” porque rechaza su condición de Estado judío, razón por la cual “su lugar no está en la mesa de la Knesset”, justificó su voto el presidente de la Knesset, Reuven Rivlin (Likud, foto).
“Los palestinos experimentaron una catástrofe que fue provocada por sus líderes y no por el establecimiento del Estado de Israel”, ratificó.
Mucho más duro fue Alex Miller (Israel Beiteinu), quien aseguró que la “bizarra” iniciativa de Tibi “tiene como objetivo perjudicar a todo el que no quiera conmemorar el Día de la Independencia como una jornada de duelo o se niegue a reconocer el mito que socava el derecho del pueblo judío a su propio estado en la Tierra de Israel”.
“No hay razón para permitir este circo anárquico que Tibi y sus amigos quieren llevar a la Knesset”, añadió Miller, quien subrayó que “hay un límite para nuestro masoquismo”.
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