La última de ellas es su supuesta relación con el ex teniente-coronel Eljanán Tenenbaum, canjeado con la milicia de Hizbulá por más de 400 prisioneros palestinos y árabes.
El diario «Maariv» informó el miércoles de que Sharón y su mujer, Lili, ya fallecida, compartieron una empresa con el ex suegro de Tenenbaum, Shimón Cohen, lo que -sugiere la investigación del vespertino- explicaría la defensa del canje por el primer ministro israelí, cuyo Consejo de Ministros lo aprobó por la mayoría de un sólo voto.
Sin embargo, y a pesar de haber perdido la confianza en él, el 59 por ciento de los consultados por el Instituto Dahaf cree que Sharón actuó sin mezclar intereses personales cuando presionó a su Ejecutivo en la votación a favor del costoso canje de prisioneros con la guerrilla de Hizbulá.
Debido a esta nueva sospecha, que Sharón ha desmentido, y a otros expedientes de corrupción que le rodean, un 53 por ciento de los encuestados consideró que Sharón debe dimitir de su cargo. EFE el/jal
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