La comunidad judía de Brasil alertó hoy al presidente Luiz Inácio Lula Da Silva sobre el costo político internacional que le podría generar su estrategia diplomática de mediar en el conflicto que Irán mantiene con las potencias occidentales y las Naciones Unidas por el programa nuclear.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el vicepresidente ejecutivo de la Federación Israelita de San Pablo, Ricardo Berkiensztat, afirmó que por “su posición en el Consejo de Seguridad de la ONU, el costo político es muy alto porque Brasil está solo con Turquía”, en la defensa del diálogo como medio para resolver la controversia generada por el programa nuclear de Irán.
Brasil fue electo el año pasado por la Asamblea General de la ONU para ocupar un cargo no permanente del Consejo de Seguridad, pero sus pretensiones como una de las principales potencias del mundo es dar un paso más.
La administración de Lula considera que hay oportunidades y buena disposición de Irán para llegar a una solución negociada sobre el programa nuclear de la república islámica.
Al menos así lo consideró el canciller brasileño, Celso Amorim, quien a fines de abril estuvo en Teherán para arreglar los últimos detalles de la visita que Lula Da Silva iniciará a fines de la próxima semana.
“Sabemos que este viaje es una devolución de la visita que Ahmadinejad realizó el año pasado. Sabemos que Lula se va reunir con Ahmadinejad y le estará proponiendo mediar ante los organismos internacionales en el conflicto generado por el enriquecimiento de uranio”, afirmó Berkiensztat.
El dirigente comunitario comentó que estuvo reunido con asesores de Lula Da Silva quienes trataron de justificar la postura diplomática de Brasil ante el caso iraní al apuntar que “la única solución para que Teherán no se convierta en otro Irak es el diálogo”.
Berkiensztat indicó que el presidente Lula insiste en que “se debe crear un diálogo con Irán y no se puede alejar un país con 80 millones de personas, por lo que la mejor manera de presionar es dialogando y trabajando fuertemente en el tema”.
Más allá de la buena predisposición del gobierno brasileño, el dirigente comunitario desestimó que el régimen islámico tenga predisposición al diálogo.
“La comunidad judía está en contra de la posición de Brasil y no cree que se pueda dialogar con Irán. No creemos que esté dispuesto a dialogar. Irán es un peligro para el mundo, para la democracia y estamos ansiosos por esta visita de Lula”, afirmó Berkiensztat.
La preocupación de la comunidad judía brasileña creció en los últimos días, ya que admiten que este viaje de Lula no persigue solo objetivos económicos.
“Es un viaje político porque el presidente ya les dice a todos los líderes mundiales que quiere ser intermediario entre Irán y los organismos internacionales”, dijo el vicepresidente ejecutivo de la Federación Israelita de San Pablo.
No obstante, Berkiensztat también apuntó que “los ojos del mundo estarán puestos en esta visita de Lula a Ahmadinejad porque el comercio entre ambos países es de 1000 millones de dólares y puede incrementarse después de este encuentro”.
Respecto del debate que se dio en la reunión anual del Comité Judío Americano (AJC por su sigla en inglés) celebrada en Washington y donde también se debatió sobre la amenaza iraní, Berkiensztat señaló que los analistas internacionales coincidieron en que es “un error de Brasil querer dialogar con Irán”.
“Escuchamos no solo a analistas americanos que están en contra del diálogo con Irán. El presidente (Barack) Obama incluso quiso dialogar con Irán y no pudo. La opinión general es que es un error muy grande involucrarse en este tema”, destacó el dirigente comunitario.
Pese a todos los análisis, el presidente de Brasil viajará a Teherán a fines de la próxima semana para trabajar también en una solución negociada con Irán.
En tanto, Ahmadinejad declaró recientemente que aceptaba en principio la mediación de Brasil para tratar de buscar una salida a la prolongada disputa de Irán con países de Occidente que temen que la república islámica esté desarrollando armas nucleares.
DB