El primer ministro -que es de línea dura y quiere un enfoque "nuevo" sobre el conflicto israelo palestino- dará a conocer en la reunión del lunes en la Casa Blanca su esperada política para alcanzar la paz en la región, centrada en la oposición a Irán, según sus colaboradores cercanos.
Los contenidos de esa política son aún secretos, pero asesores de Netanyahu dijeron a AFP que las diferencias entre Estados Unidos e Israel son "más de apariencia" que de esencia.
Los desacuerdos atañen a varios temas clave desde que asumió el gobierno de derecha de Netanyahu a fines de marzo. Pero ambos líderes probablemente reafirmen en la reunión su relación de aliados cercanos, aseguró el asesor Zalman Shoval.
Está previsto que ambos líderes den una conferencia de prensa tras la reunión, que estará precedida de un almuerzo privado con sus respectivas esposas.
Una de las mayores diferencias entre Obama y el líder israelí reside en que éste se niega a aprobar la creación de un Estado palestino independiente, aspecto clave de la negociación regional impulsada por Estados Unidos.
Según el ministro israelí Yisrael Katz, del ala derecha del Likud, el primer ministro no se apartará de su posición en este tema durante su visita a Washington, la primera desde que asumió en marzo.
"A pesar de los desacuerdos entre ambos gobiernos, en lo fundamental no habrá cambios en los estrechos y amplios vínculos", dijo Shoval, ex embajador en Estados Unidos.
El propio Obama admitió en marzo que la elección de Netanyahu y su coalición de línea dura no hacía "fácil" el proceso de paz. Mientras, su administración lanzó varios mensajes filosos a Israel.
Netanyahu otorgó una alta prioridad a la detención del programa nuclear iraní.
Obama, sin embargo, propone actuar enérgicamente para poner fin a décadas de conflicto en Medio Oriente y ve su resolución como un ingrediente clave de una política global que incluya la superación de la crisis con Irán.
Se espera que Netanyahu irrite a sus huéspedes -y a los palestinos- cuando le anuncie a Obama que Israel seguirá construyendo en los asentamientos existentes en Cisjordania, un obstáculo mayor en el estancado proceso de paz.
A pesar de las fricciones, Netanyahu espera convencer a Obama de la viabilidad de su nuevo plan, que de hecho reemplazará las últimas conversaciones entre israelíes y palestinos lanzadas en Annapolis (cerca de la ciudad de Washington) en 2007.
Netanyahu también tendría conversaciones con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa, Robert Gates.