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The Jerusalem Post | Opinión: Los judíos deben defender visible y enérgicamente a sus compatriotas judíos

Por M S
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Itongadol.- (Por Moshe Hauer* – The Jerusalem Post) En una declaración reciente un grupo de organizaciones que afirman representar a una amplia franja de la corriente principal del judaísmo estadounidense rechazó enérgicamente las medidas del gobierno de Trump para combatir el antisemitismo. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo deben reaccionar los judíos -ferozmente comprometidos con la democracia, el Estado de derecho y el debido proceso- cuando otros judíos se ven amenazados? ¿Cómo debemos responder tanto a quienes nos amenazan como a quienes tratan de protegernos y apoyarnos?

Azariah Figo nació en Venecia en el siglo XVI, durante un periodo de quemas del Talmud y otros libros judíos por orden de la Iglesia. En su juventud, se unió a muchos de sus contemporáneos judíos para aprovechar las oportunidades intelectuales y sociales del Renacimiento italiano, pero más tarde se centró en su propio pueblo y su fe, dedicando su vida a servir a las comunidades judías de Pisa y Venecia y al renacimiento del estudio de la Torá.

Considerando el reto de preservar la identidad judía en la diáspora, el rabino Figo ofreció una interpretación asombrosamente novedosa, sencilla y dolorosamente relevante del primer encuentro de Moisés con el pueblo judío en Egipto.

La historia bíblica es bien conocida.

Moisés salió de su hogar adoptivo en el palacio del Faraón para contactarse con sus hermanos y observó su persecución de primera mano, presenciando cómo un egipcio golpeaba a un judío. Al no ver a nadie, Moisés tomó justicia por mano propia y abatió al agresor egipcio.

¿Qué buscaba Moisés cuando se giraba de un lado a otro? Aunque la creencia convencional es que estaba mirando el horizonte para asegurarse de que no había testigos, el rabino Figo sugiere otra cosa.

Este ataque a un judío estaba ocurriendo a plena luz del día, en presencia de muchos otros judíos, y Moisés esperaba ver a alguien defendiendo a la víctima. Cuando miró a su alrededor y no vio a nadie dispuesto a actuar, se encargó de neutralizar al atacante.

Al principio, Moisés consideró la inacción de los demás como un síntoma del cansancio de los judíos por la persecución, pero al día siguiente vio a judíos luchando enérgicamente entre sí y los escuchó defender al egipcio asesinado.

Evidentemente, el pueblo judío no estaba demasiado cansado para luchar o para preocuparse, sino que -lo que es mucho más preocupante- había renunciado a su instinto reflejo de defenderse y protegerse mutuamente, cuestionando las acciones de Moisés contra el atacante egipcio más de lo que se habían preocupado por la víctima judía.

Al parecer, el faraón había conseguido desgarrar el tejido del pueblo judío. No era el único. La Italia del rabino Figo y nuestra propia América tuvieron el mismo efecto en demasiados judíos que permitieron que otros ideales suplanten su sentido judío de parentesco.

Como judíos, deberíamos asegurarnos de que nuestros compatriotas judíos están a salvo antes de preocuparnos por quienes fomentaron o actuaron con violencia contra ellos.

Deberíamos comprender demasiado bien nuestra historia y nuestro lugar en el mundo como para confiar nuestra seguridad a los faraones egipcios a los que servimos fielmente, a las instituciones de la Ivy League (ocho universidades estadounidenses de primer nivel) a las que asistimos y financiamos, o a los muchos marginados que defendimos sistemáticamente.

Debemos alentar a quienes se comprometieron a actuar con decisión para protegernos, comprendiendo bien que el odio a los judíos surge de sistemas profundamente enfermos y no puede recortarse simplemente por los bordes. Como Moisés, debemos promover el amor y la justicia para todos, pero actuar con decisión contra quienes promueven y celebran el odio y la violencia.

Como judíos, agradecemos el apoyo de Estados Unidos a Israel y nos sentimos muy orgullosos y protectores del único Estado judío del mundo, de su vigorosa democracia y de su ejército moral. Y si un hermano o hermana judío en cualquier lugar es amenazado o herido, estaremos allí, defendiéndolo visible y enérgicamente.

*El autor del artículo es un rabino que se desempeña como el vicepresidente ejecutivo de la Unión Ortodoxa.

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