Itongadol/Agencia AJN (Por John Spencer* y Arsen Ostrovsky**).- Tras la brutal Masacre del 7 de Octubre de Hamás, que asesinó a más de 1.200 personas en Israel, la mayoría civiles, incluidos mujeres, niños y ancianos, y tomó como rehenes a más de 250, Israel lanzó una campaña militar a gran escala en Gaza. El alcance y la intensidad de la respuesta no tenían precedentes, pero tampoco el ataque que la provocó.
Desde entonces no han faltado actores desinformados, como el comediante Dave Smith, o partes malignas que utilizan el derecho internacional como un arma para cuestionar si las acciones militares de Israel en Gaza han sido proporcionadas, legales y, en última instancia, incluso necesarias.
En el centro de esta última pregunta se encuentra un malentendido crítico. La «necesidad» en la guerra tiene dos significados distintos, y combinarlos moral y legalmente conduce a evaluaciones erróneas y narrativas engañosas.
Dos necesidades: una moral y una legal
1. Necesidad moral: la tradición de la guerra justa
El primer concepto de necesidad proviene de la teoría de la guerra justa, un marco ético desarrollado a lo largo de siglos para evaluar si el uso de la fuerza puede estar moralmente justificado (ius ad bellum).
Uno de sus principios fundamentales es la necesidad:
La guerra debe ser el último recurso, emprendido solo después de agotar todas las alternativas no violentas: diplomacia, disuasión, sanciones y mediación internacional.
En el caso de Israel, los antecedentes hablan por sí solos. Israel se retiró de Gaza en 2005, desmantelando toda la infraestructura civil y militar. En los años siguientes, Hamás tomó el poder mediante un golpe violento, lanzó decenas de miles de cohetes y rechazó todo esfuerzo significativo de coexistencia pacífica. A pesar de los ceses del fuego periódicos y las repetidas mediaciones internacionales, Hamás siguió comprometido no con un Estado palestino junto a Israel, sino con la destrucción de Israel.
El 7 de Octubre, Hamás dejó claras sus intenciones. No cruzó la frontera para desafiar a los soldados israelíes, sino para masacrar a civiles. Filmó las atrocidades y prometió repetirlas. En ese contexto, la afirmación de que la respuesta militar de Israel careció de una necesidad moral ignora los hechos y desafía el sentido común.
2. Necesidad legal: la ley del conflicto armado
La segunda forma de necesidad no es filosófica, sino legal. Pertenece al ámbito del derecho internacional humanitario (DIH): las normas que rigen la conducción de la guerra (jus in bello).
La necesidad militar solo permite aquellas acciones requeridas para lograr un objetivo militar legítimo.
Este principio, codificado en las convenciones de Ginebra, los reglamentos de La Haya y el derecho internacional consuetudinario, no permite la destrucción por sí misma. No excusa el daño a civiles a menos que sea incidental en un ataque legal. Y ciertamente no anula las obligaciones de distinguir entre objetivos militares y civiles ni de evitar ataques desproporcionados.
Toda operación militar israelí en Gaza está sujeta a este estándar. No basta con identificar la presencia de Hamás en un edificio o barrio. Para atacar legalmente, el objetivo debe proporcionar una ventaja militar concreta y directa y deben tomarse todas las precauciones posibles para mitigar los daños a civiles.
Los abogados y comandantes militares de Israel operan dentro de este marco. La selección de los objetivos, la elección de las armas, el momento del ataque y los mecanismos de alerta son examinados en tiempo real. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) no solo operan por una necesidad legal, sino que documentan y revisan sus acciones a un nivel que pocos ejércitos modernos lo hacen, especialmente cuando luchan contra un grupo terrorista incrustado dentro la población civil.
El puente contra la panadería
Un ejemplo útil de las leyes de la guerra ayuda a aclarar esta distinción.
Destruir un puente utilizado para transportar armas enemigas es un acto legal de necesidad militar. Ofrece una clara ventaja operativa y degrada directamente la capacidad enemiga. Por el contrario, destruir una panadería en un barrio residencial simplemente porque los combatientes enemigos pueden detenerse allí a comer no lo es. La panadería no es un objetivo militar y su destrucción no serviría a ningún propósito militar legítimo.
Esta distinción es importante en la guerra urbana. En Gaza, donde Hamás suele desplegar sus recursos militares en zonas civiles, utilizando escuelas, hogares y mezquitas como escudos, Israel se enfrenta a desafíos extraordinarios. Pero las normas legales no cambian. Toda acción debe cumplir con la prueba de la necesidad militar. Todo ataque debe estar vinculado a un objetivo legítimo. La presencia de civiles exige moderación, incluso frente a un adversario que los explota deliberadamente.
Guerra necesaria, conducción restringida
Entonces, ¿era necesaria la guerra de Israel contra Hamás?
Eso depende del tipo de necesidad a la que refiera. Pero en realidad, cumple con ambas pruebas:
¿Era la guerra moralmente necesaria? Después del 7 de Octubre, tras la masacre deliberada de civiles, el secuestro de rehenes y la intención declarada de Hamás de repetir esas atrocidades, la respuesta inequívocamente es sí.
¿Son legalmente necesarias las operaciones militares de Israel? Si bien cada ataque debe cumplir con requisitos legales específicos, las FDI operan bajo uno de los marcos legales y éticos más estrictos de la guerra moderna. Están sujetas a la ley del conflicto armado y han demostrado un compromiso sin precedentes con la minimización de daños, incluso al enfrentarse a un enemigo que se esconde entre la población civil y viola todas las reglas de la guerra.
Una guerra puede ser moralmente justificada y legalmente restringida. La campaña de Israel contra Hamás es precisamente eso. No se lanzó a la ligera ni con imprudencia, se libró en defensa de la vida, la soberanía y el Estado de derecho.
Cualquiera que se pregunte si la guerra de Israel era necesaria debería primero comprender qué es lo que realmente está preguntando y luego reconocer que la respuesta, según todos los estándares, es sí.
* Titular de Estudios de Guerra Urbana del Instituto de la Guerra Moderna en West Point y presentador del podcast Proyecto de Guerra Urbana.
** Abogado especializado en derechos humanos que se desempeña como director ejecutivo del Foro Legal Internacional e investigador principal del Instituto para la Seguridad Nacional «Misgav».