Uno de cada tres policías israelíes estarán afectados a la gigantesca operación de seguridad que protegerá la vida del presidente de Estados Unidos, George Bush, durante la visita de la semana próxima a Israel.
A los 7.000 policías elegidos para la operación «cielos claros» se sumarán centenares de agentes de los servicios de inteligencia y otros efectivos de seguridad aportados por Estados Unidos.
«Nuestras fuerzas serán puestas bajo estado de emergencia anterior al de la emergencia roja», dijo el jefe de operaciones para la visita de Bush, Berti Ojaión.
El presidente estadounidense llegará el próximo miércoles al aeropuerto internacional Ben Gurión, que está situado a unos 50 kilómetros de distancia de Jerusalem.
Las autoridades admiten que durante la estancia de Bus, las calles de amplios sectores de Jerusalem estarán prácticamente intransitables para los ciudadanos a causa de las extremas medidas de seguridad, que también se tomarán en autopistas y zonas adyacentes de la capital israelí y Cisjordania.
Sin embargo, no se descarta que Bush decida cubrir un a buena parte de sus trayectos a bordo de un helicóptero.
El mandatario estadounidense está empeñado en llevar a israelíes y palestinos hacia el éxito en las negociaciones de paz renovadas en noviembre pasado durante la Conferencia de Annapolis.
El primer ministro israelí Ehud Olmert será el anfitrión de una nueva reunión tripartita con el presidente Bush y su par de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas.
El encuentro del próximo jueves, el primero luego del que tuvieron en noviembre de 2007 con motivo de la conferencia internacional de paz en Annapolis, tendrá como objetivo único mantener vivas las negociaciones entre israelíes y palestinos en Medio Oriente, dijeron fuentes diplomáticas.
MF
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