Itongadol.- (Zina Rakhamilova* – The Jerusalem Post) Hace una semana, viajé al norte de Israel para informarme de cómo se prepara la región para una guerra a gran escala y para posibles ataques de apoderados de la República Islámica. Durante una conferencia de prensa, un colega le preguntó a un mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF): »¿Qué deberían hacer los israelíes para prepararse para un ataque de Hezbollah?»
El mayor respondió: »Deberían tener fe en las IDF».
En las semanas posteriores al 7 de octubre, no habría aceptado esa respuesta. Ahora, sin embargo, me parece innegablemente cierta.
En la madrugada del domingo, las IDF lanzaron un ataque preventivo contra Hezbollah en el Líbano, afirmando que habían detectado que el grupo terrorista respaldado por Irán se estaba preparando para tomar represalias contra Israel.
Según un funcionario de los servicios de inteligencia occidentales citado por The New York Times, miles de lanzacohetes de Hezbollah estaban programados para disparar a las 5 de la mañana en dirección a Tel Aviv.
En respuesta, los cazas israelíes llevaron a cabo más de 100 ataques simultáneos, destruyendo miles de lanzacohetes en docenas de emplazamientos en el Líbano. En algunos de los lanzadores, las IDF ejecutaron sus operaciones preventivas minutos antes del ataque planeado.
Es fácil imaginar lo diferente que podría haber sido nuestra mañana en Israel. Imaginen el derramamiento de sangre que habríamos presenciado si Hezbollah hubiera tenido éxito en su ataque. Sin duda, habría desencadenado una guerra mayor, de escala regional.
A pesar de sus afirmaciones, el grupo terrorista está tratando de provocar a Israel para que entre en un conflicto más amplio utilizando a civiles libaneses como escudos humanos.
»Justo al lado de las casas de los civiles libaneses en el sur del Líbano, podemos ver que Hezbollah se está preparando para lanzar un amplio ataque contra Israel, poniendo en peligro a esos civiles», expresó el contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las IDF.
Al igual que Hamás en Gaza, Hezbollah se incrusta en zonas civiles, pero a diferencia de la Franja, no existe la excusa de »¿dónde se supone que van a ir los civiles?», utilizada por los activistas pro Hamás.
Las IDF advirtieron a los civiles
»Advertimos a los civiles ubicados en las zonas donde Hezbollah está operando que se alejen inmediatamente del peligro por su seguridad», aseguró, detallando que los israelíes “nos enfrentamos a una semana importante por delante”.
Durante la masacre del 7 de octubre una de las realidades más difíciles que tuvimos que afrontar fue que el ejército abandonó al pueblo israelí. Si bien soldados valientes entraron en los kibutzim (comunas agrícolas) del sur para responder a los terroristas de Hamás -muchos de los cuales perdieron la vida en el proceso-, los residentes del sur quedaron atrapados en sus refugios antiaéreos entre siete y diez horas, esperando a ser rescatados.
En ese tiempo, terroristas de Hamás y civiles palestinos pudieron cruzar la frontera en múltiples ocasiones para secuestrar, saquear, asesinar o violar. La dolorosa pregunta: »¿Dónde estaba el ejército?» destrozó nuestra confianza en la capacidad de las IDF para protegernos cuando más importaba.
Mañanas como ésta están devolviendo poco a poco esa fe. Durante meses, la presión internacional sobre Israel y su impacto en la guerra en el enclave costero palestino hicieron que muchos de nosotros fuéramos escépticos sobre nuestra seguridad.
Sin embargo, con el tiempo, el Estado judío consiguió lo que parecía imposible. Al parecer, nos encargamos de eliminar al alto dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh, así como de matar a Mohammed Deif y a la principal figura de Hezbollah, Fuad Shukr, todos ellos responsables de innumerables atrocidades, como la masacre del 7 de octubre y el asesinato de doce niños en Majdal Shams.
Estas acciones nos devolvieron la confianza y la certeza de que podemos confiar en que las IDF defenderán a Israel al nivel que necesitamos.
No hay duda de que las figuras anti-Israel encontrarán la manera de decir que Israel es el agresor. Incluso ahora, la ONU está pidiendo un »alto el fuego». En la misma línea, algunos críticos informan de que Estados Unidos no fue avisado con antelación del plan de Israel de llevar a cabo estos ataques preventivos (aunque esto fue refutado por funcionarios israelíes, mientras que funcionarios de la Casa Blanca declararon que Biden estaba »siguiendo de cerca los acontecimientos en Israel y Líbano»).
La relación y la coordinación en materia de seguridad de Jerusalem con Washington es crucial para mantener a salvo a los israelíes. Pese a esto, durante meses, muchos tuvieron la sensación de que la presión estadounidense llevó a Israel a tomar decisiones que no redundaban en su interés a largo plazo, como retrasar la actuación en Rafah, lo que permitió a Hamás pensar que podría negociar con más presión sobre el Estado judío.
En estos momentos, por fin, estamos siendo testigos de cómo el estamento de seguridad israelí toma medidas decisivas contra los grupos terroristas y sus líderes, golpeándolos primero y preguntando después.
En resumen, cuando se trata de defender al pueblo judío contra los terroristas, Israel por fin actúa… israelí.
*Zina Rakhamilova es una activista con más de 10 años de experiencia trabajando para causas israelíes y judías en diferentes ONG. Es cofundadora y directora de Social Lite Creative, una empresa de marketing digital especializada en geopolítica.