Inicio AVANCES Un proyecto israelí podría cambiar las reglas del juego en la lucha contra el hambre y el cambio climático

Un proyecto israelí podría cambiar las reglas del juego en la lucha contra el hambre y el cambio climático

Por M S
0 Comentarios

Itongadol.- Un proyecto único llamado  «Agrovoltaics», en un pequeño pedazo de tierra en el desierto de Israel, podría cambiar las reglas del juego en la lucha contra el hambre en el mundo y las consecuencias del cambio climático. El nombre se debe a una combinación de las palabras agricultura y fotovoltaico, que significa paneles solares.

Tras años de desarrollo, el proyecto -iniciado por el Fondo Nacional Judío de EE.UU. en cooperación con la Universidad de Arizona y el Instituto Conjunto Kasser- se envía ahora a lugares remotos de todo el mundo, ofreciendo un antídoto contra los peligros de la sequía y el calor extremo.

Rodeado de palmeras, tierras áridas y granjas de dátiles, este innovador proyecto de investigación encontró una forma de cultivar alimentos en zonas desérticas, al tiempo que se produce electricidad.

Es casi como una caja de herramientas autosuficiente y sostenible que puede llevarse a cualquier parte del mundo, ya que permite cultivar, al tiempo que crea su propia electricidad a través de paneles solares. Esa electricidad se utiliza para regar los cultivos, e incluso podría alimentar una casa.

i24NEWS

La Dra. Tali Zohar, investigadora principal del proyecto, explica que el programa cultivó desde tomates y lechugas hasta espinacas mediante este nuevo sistema autónomo. Pero llevó tiempo y paciencia desarrollar los experimentos y hacerlos realidad, aseguró.

«La idea principal es cosechar el sol dos veces. Se utiliza la misma tierra para producir alimentos y energía, no hay que elegir. Ahora vas por Israel y otros lugares, tienes que elegir. O se usa la tierra para electricidad o para cultivos. Nosotros decimos hacer las dos cosas en la misma tierra», expresó la Dra. Zohar.

El proyecto, que lleva años evolucionando y ampliándo, se puede encontrarse en distintas versiones en diversos lugares. El diseño está a punto de salir del desierto de Israel para trasladarse al resto del mundo, afirmó Greg Barron-Gafford, investigador de la Universidad de Arizona.

«Fuera de la red, ya hablemos de comunidades remotas en EE.UU., poblaciones indígenas, granjas más pequeñas, kibbutzim (comunas agrícolas israelíes) o comunidades en África. Ahí es donde realmente se ve la conexión. En gran parte es porque todos estos lugares de tierras secas resultan demasiado calientes para los cultivos para producir. El sol es demasiado intenso y no hay sombra. En esos lugares que carecen de seguridad alimentaria y de seguridad hídrica, ahora se puede conseguir comida, energía y agua en la misma parcela de tierra», señaló Barron-Gafford.

Uno de los principales objetivos de la iniciativa es apoyar a los países en desarrollo de todo el mundo. Eso significa llevar la investigación a las comunidades necesitadas, pero también traer a estudiantes de esos países para que aprendan las técnicas in situ y luego se las lleven a casa.

i24NEWS

Agrovoltaica en el desierto israelí de Aravá.

Ebby Soita y Roselyn Kamau, de Kenia, están a punto de terminar sus prácticas, y para ellas el proyecto es muy especial.

«Es un sistema que garantiza la producción de energía al mismo tiempo que la seguridad alimentaria y la producción de agua. La energía de los paneles se puede utilizar para bombear agua de los pozos y esa misma agua se utilizará para plantar los cultivos, y proporcionarán alimentos. Y habrá seguridad alimentaria, que es el principal problema de Kenia», destacó Roselyn.

El 15% de los 53 millones de habitantes de Kenia depende de fuentes de agua no mejoradas, como pozos, ríos y estanques. Y actualmente más de tres millones de personas padecen inseguridad alimentaria grave luego de tres temporadas de lluvias consecutivas fallidas. Un proyecto como éste podría ayudar a cambiar esta situación.

Según Talia Tzour, jefa de personal del Fondo Nacional Judío de EE.UU. en Israel, las comunidades del desierto de Aravá se convirtieron en expertas en el cultivo y la exportación de alimentos, como dátiles, tomates cherry y sandías, gracias a años de trabajo y desarrollo. Pero esta iniciativa lleva la última tecnología a un nuevo nivel.

«Hay aerovoltaica en otros lugares. Hay desalinizadoras de agua, paneles solares. Pero no hay otro lugar en el mundo donde se tenga todo junto en un enfoque holístico que se pueda copiar y pegar y poner en otro sitio. Por eso la importancia del proyecto», concluyó Tzour.

 

 

Fuente: I24 News.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más