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Hadassah. Entrevista con una oftalmóloga panameña que participa de un programa de formación en Israel

Por Iton Gadol
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Itongadol.- En su visita al Centro Médico Hadassah en Jerusalem, ItonGadol dialogó con la Dr. Katherine Mato, una oftalmóloga oriunda de Panamá que viajó a Israel para participar de un programa de formación de cuatro años de duración.

“La adaptación fue complicada, por el idioma, pero al final hay tantas cosas positivas que no me arrepiento de haber viajado. Israel me recibió con los brazos abiertos. Siento mucho apoyo, tanto de todos mis profesores como de mis vecinos y del país en general”, expresó.

-Hace unos años estuve en el Hadassah y había un doctor ecuatoriano, que no era de origen judío. En su caso, ¿cómo llegó usted a trabajar en este hospital?

-Ya había dos panameños trabajando en Hadassah y se empezaba a escuchar hablar de Israel en Panamá. Simultáneamente, nuestro Ministerio de Salud estaba trabajando con Israel Medical en un acuerdo para facilitar la llegada de panameños a Israel para completar su especialidad. Israel es un país del primer mundo, que tiene mucha tecnología y opciones. Y el programa en oftalmología aquí es muy docente. Nosotros tenemos clases todos los días y eso me motivó mucho para venir a Israel, donde estoy desde hace dos años.

-¿Qué le dijeron sus familiares y amigos cuando les contó que viajaba a Israel y cómo fue su adaptación?

-No entendían por qué me iba tan lejos. Fue difícil dejar a la familia, y sobre todo los primeros meses acá, por el tema del idioma, fueron tiempos complicados. A pesar de que en Israel muchas personas hablan en inglés, el tema del idioma para mí fue conflictivo al principio. Estuve en el Ulpán (escuela para el estudio intensivo del hebreo) aprendiendo, ya que parte del convenio es que tengamos tres meses de Ulpán.
Yo vine sola, pero como parte del acuerdo vinimos cinco panameños en total. Uno ya regresó, porque vino por un año, y los otros todavía están acá, en diferentes ciudades. Yo estoy en Jerusalem, pero al principio hice los tres meses de Ulpán en Tel Aviv, lo que me permitió que poco a poco fuera todo más fácil. Después empecé el programa de residencia acá en Jerusalem. La adaptación fue complicada, pero al final hay tantas cosas positivas de todo esto que no me arrepiento. Logré hacerlo.

-¿Usted ya sabía que venía al Hadassah?

-Sí, antes de venir.

-¿Cómo es su vida diaria en Israel y qué le parece como país?

-Si tuviera que definir a Israel con una palabra, te diría contraste. Aquí uno encuentra de todo y para mí eso es fascinante. Me refiero al país en general. La gente es muy variada, la verdad es que tengo muy buena experiencia en el trato con los pacientes, a pesar del inconveniente de que mi hebreo no es israelí, y puede que tenga dificultades con mi pronunciación. Me recibieron de la mejor manera y con muy buenas intenciones, y eso lo agradezco siempre. Es un país muy variado desde lo cultural, con personas de todas partes del mundo, lo que lo hace muy interesante y lo disfruto mucho. Yo vivo muy cerca del Hospital y viajo en autobús. Un solo autobús y llego al Hospital, luego trabajo todo el día, y cuando regreso a casa normalmente estudio algo nuevo. Los fines de semana intento pasear algo, en Jerusalem o en las afueras de Tel Aviv, trato de aprovechar para conocer un poquito.

La Dr. Katherine Mato junto a Daniel Berliner, director de ItonGadol

-El Hadassah tiene la particularidad de ser un Hospital en el que conviven judíos religiosos ortodoxos con ciudadanos árabes.

-Sí, es muy interesante, porque en todo nuestro servicio tenemos a las dos convivencias, en el servicio de oftalmología, y también lo vemos en los pacientes. Ocurre también que un doctor árabe atienda a un paciente judío o viceversa.

-¿En dónde está el resto de los doctores panameños trabajando en Israel?

-Hay un panameño en Haifa, hay otra en Tel Hashomer y otra en Beersheva. El de Haifa está haciendo cirugía general, el de Tel Hashomer está haciendo neurocirugía, y la que está en Beersheva, neurología.

-¿Cuándo tiene que regresar a Panamá?

-Mi programa de residencia es de cuatro años y estoy por terminar el segundo. Serían dos años más y también está la opción de hacer un Fellowship, el Hospital ofrece muchas buenas opciones de Fellowships que consideraría.

-¿Qué dicen sus padres acerca de su experiencia en Israel?

-Están contentos, me comunico con ellos todos los días, les mando fotos y la verdad es que son parte de la experiencia, porque de cierta manera ellos la viven conmigo.

-¿Qué le diría a un médico latinoamericano al que nunca se le pasó por la cabeza venir a estudiar a Israel? ¿Qué le puede transmitir usted desde acá, trabajando en el Hadassah?

-Yo les diría que, en el caso de tenerla, aprovechen la oportunidad. Porque Israel me recibió con los brazos abiertos. Siento mucho apoyo, tanto de todos mis profesores como de mis vecinos y del país en general. Creo que es una muy buena oportunidad para cualquier persona.

-¿Cree que debido a la difusión que se le dan a los temas bélicos existe un preconcepto sobre Israel y el tipo de vida que llevan los ciudadanos realmente?

-Puede ser, pero yo creo que al tener cada vez más acceso a la información, ya sea por los medios de comunicación o las redes sociales, como Instagram o Twitter, creo que hay gente que de verdad comparte la realidad. Y creo también que poco a poco se va a ir vendiendo otra imagen, que muestre la verdad de Israel, y esta imagen le terminará ganando a la otra, a la que está basada en los preconceptos.

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