Itongadol.- Las autoridades sanitarias iraníes informaron de más de cien nuevas muertes este domingo por tercer día consecutivo, y subrayaron que el brote aún no alcanzó su punto máximo en el país afectado.
Irán informó sus primeros casos de coronavirus el 19 de febrero y desde entonces luchó por contener el brote, el más mortal en el Medio Oriente.
La república islámica registró su número más bajo de muertes en un solo día a principios de mayo, antes de ver un nuevo aumento de casos en las últimas semanas.
La portavoz del Ministerio de Salud persa, Sima Sadat Lari, dijo que las 116 muertes reportadas este domingo elevaron la cifra total de COVID-19 en el país a 9.623.
Sin embargo, el ministro de Salud, Said Namaki, negó que el país enfrentara una segunda ola de la enfermedad respiratoria y dijo que “el pico de la enfermedad no ha pasado”.
“Incluso en las provincias donde creemos que la primera ola de coronavirus quedó atrás, aún no hemos experimentado completamente la primera ola”, indicó la agencia de noticias semioficial ISNA.
Las autoridades iraníes no impusieron un cierre obligatorio a la población, sino que cerraron escuelas, cancelaron eventos públicos y prohibieron el movimiento entre las 31 provincias del país en marzo. Luego comenzaron a reducir gradualmente las restricciones a partir de abril.
Según Lari, cuatro provincias, Khuzestan, Hormozgan, Kermanshah y Azerbaiyán Oriental, permanecen marcadas como “rojas”, el nivel más alto en la escala de riesgo codificada por colores del país.
Además agregó que se confirmaron 2,368 nuevas infecciones, lo que lleva a 204,952 el número total de casos en el país.
El sitio Web al-Arabiya remarcó que hay escepticismo en el país y en el extranjero sobre las cifras oficiales de Irán, con la preocupación de que el costo real podría ser mucho mayor.