Itongadol.-En el templo del Centro Comunitario Chalom, esta institución en conjunto con el Museo del Holocausto de Buenos Aires y la DAIA llevaron a cabo, ayer a la noche, el Acto en Recordación del Holocausto de las comunidades judías de Rodas, Salónica y Cos, al cumplirse 72 años del inicio de la deportación de sus habitantes al campo de exterminio de Auschwitz; y de todas las comunidades sefaradíes masacradas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante el acto, se prendieron seis velas de Izkort en memoria de aquellos que cayeron durante la Shoá, de aquellos sobrevivientes fallecidos y en reconocimiento a todos los sobrevivientes; y otras dos en recuerdo y homenajea a las víctimas de los atentados terroristas a la Embajada de Israel y al edificio de la AMIA que ocurrieron en la Argentina.
Entre los asistentes se contaban la embajadora de la República de Austria, Karin Proidl; el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban; presidente de FACCMA, Javier Veinberg; el presidente del CIDICSEF, Mario Cohen; y el Teniente General RE Martín Balza.
“Un año más y los judíos de Rodas, Salónica y Cos vuelven a entrar dentro de nuestros corazones. Un año más para recordar lo sucedido hace 72 años y nos seguimos preguntando a lo largo de nuestras vidas, hacia donde miraba el mundo mientras nuestros familiares eran cruelmente asesinados por su sola condición pertenecer al pueblo judío," afirmó el presidente de la Comunidad Chalom, Fabián Yohai.
Además, agregó: “Vamos a seguir educando a nuestros hijos en el mismo camino que lo hicieron nuestros padres y que no pudieron continuar los 6 millones de nuestros hermanos”, para culminar afirmando que “desde el Centro Comunitario Chalom de Buenos Aires, que continúa la historia del Kaal Chalom en Rodas, reafirmamos nuestro compromiso con la memoria, la educación y la continuidad judía, entendiendo que es la mejor manera de hacer trascender a todos nuestros hermanos judíos y no judíos caídos en la Shoá”.
Gustavo Sakkal, presidente del Museo del Holocausto, manifestó: “Todos los año la comunidad Chalom, la DAIA y el Museo de la Shoá realizamos este acto para contribuir a la memoria colectiva de la Shoá, para destacar que el proyecto nazi de destruir al pueblo judío fue total. Mantener viva la memoria de la Shoá es el lema de nuestro museo, esto implica realizar actos como este, escuchar a los sobrevivientes, educar y trasmitir, y abrir un espacio a la educación; es un deber continúo porque los seguidores del odio siguen buscando terreno fértil para crecer y nuestra función es impedirlo”.
Por su parte, Claudio Avruj, secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, planteó que existe un nuevo desafío actualidad, que es “cómo trasmitir la Shoá sin los sobrevivientes, cómo trasmitir y educar a las nueva generaciones sin los testigos. Esto nos plantea escenarios muy difíciles”, luego recordó que el Estado de Israel y la República Argentina fueron los propulsores de la decisión de las Naciones Unidas de declarar el 27 de enero de cada año como el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, y sostener la necesidad del involucramiento personal para “honrar permanentemente la memoria de los caídos en la Shoá para construir una sociedad que realmente le diga no a la muerte, que le diga no al atropello de unos sobre otros. Creo que esto es lo que debemos aprender en esta fecha tan sagrada y nos tenemos que comprometer a que, año tras año, digamos estamos acá, por ellos, por la historia, por nuestro presente y por el futuro”.
El vicepresidente de la DAIA, Alberto Hammerschlat, recordó que “el siniestro régimen aniquilo vidas de hombres mujeres y niños, arrastro instituciones y el acervo cultural, pretendiendo borrar todo vestigio de vida judía, que en Grecia tenía 2.300 años de antigüedad”, recordando a continuación que de los aproximadamente 77.000 judíos que vivían en Grecia antes de la Segunda Guerra Mundial, cerca de 60.000 fueron exterminados por el nazismo y que los sobrevivientes de los 48.700 que vivían en Salónica sólo fueron 1.950, y sostuvo: “Desde la DAIA renovamos cotidianamente el compromiso de denunciar a quienes pretenden retrotraernos a ese pasado horroroso, a los perversos negadores de la Shoá, a quienes pretenden justificar el fundamentalismo terrorista, que nos atacaran 1992 y 1994 aquí en Buenos Aires, a los antisemitas que se disfrazan de antisionistas, cómo si no fueran dos vertientes del mismo odio ancestral contra nuestro pueblo. Pero también señalamos que no es responsabilidad exclusiva de las víctimas el denunciar y enfrentar a los victimarios. El Estado y la sociedad civil en su conjunto deben responder como corresponde a quienes incitan al odio y la exclusión.”
El rabino del Centro Comunitario Chalo, Marcelo Daniel Krawiec, explicó que en “la Comunidad Chalom, somos el resultado de muchas ramas que lograron sobrevivir a la tragedia que los nazis perpetraron en el mundo, y somos el resultado infinito que sigue, y seguirá por siempre y para siempre. Quiera el Todo Poderoso guardar la memoria de todos aquellos que perecieron en la Shoá y que realmente proteja sus almas”, recitando el Kadish de duelo al finalizar sus palabras.