La decisión fue tomada por el gabinete de Asuntos de Seguridad del Gobierno israelí, que se reunió durante dos horas y media para analizar los últimos ataques palestinos y la posibilidad de lanzar una intervención militar de envergadura en la franja de Gaza. El primer ministro israelí rechazó por el momento una acción armada y decidió «dar una nueva oportunidad al presidente palestino», según fuentes del Gobierno israelí.
Con ese fin autorizó la reunión de mandos militares locales de Israel con los de la ANP ayer por la noche, para estudiar el despliegue de fuerzas palestinas en la franja de Gaza. «La política de contención continuará porque Abu Mazen ha dado por primera vez órdenes tajantes para frenar a Hamas», afirma el Gobierno israelí. «Por supuesto -añaden- la prueba la mediremos según los resultados».
Sharon cortó relaciones con el presidente de la ANP el pasado viernes tras un atentado con bomba contra el paso comercial de Karni, en la franja de Gaza, en el que murieron seis civiles israelíes. Al día siguiente, Abu Mazen juró su cargo como nuevo presidente de la ANP y dio la orden de poner fin a los ataques, además de comprometerse con la hoja de ruta.
El líder palestino se encuentra desde el martes en la ciudad de Gaza reunido con los responsables de la seguridad palestina a quienes ha expuesto su plan de seguridad, uno de cuyos puntos consiste en distribuir agentes de la policía palestina a lo largo de la frontera de la franja de Gaza con Israel.
Tras ser recibido la misma tarde del martes con un atentado suicida, que costó la vida a un agente del servicio secreto israelí, Abu Mazen se reunió con tres delegados de Ha-a quienes instó a que se sumen a un alto el fuego y les advirtió de su plan de seguridad. Mientras aguarda la respuesta de Hamas, ayer por la noche habló con la Yihad Islámica. Mazen espera lograr un alto el fuego en dos semanas que le permita reanudar las negociaciones con Israel y alcanzar un acuerdo global en todas las materias.
Las amenazas de los extremistas israelíes contra Sharon y de los integristas palestinos contra Abu Mazen han obligado a los servicios de seguridad de ambos líderes a redoblar su vigilancia. El plan de retirada de Gaza de Sharon -evacuación forzosa en julio de 8.000 colonos de la franja- y la resistencia de las facciones islamistas a dejar las armas y negociar con Israel -el objetivo de Mazen- ponen a uno y otro en una creciente mirilla magnicida.
Fte LVD