Itongadol/AJN.- Por primera vez en la historia de Israel, un ex primer ministro está preso. Ehud Olmert se presentó esta mañana en el penal Maasyahu en Ramleh, para cumplir 19 meses de prisión efectiva por recibir sobornos en la construcción del proyecto inmobiliario Hollyland cuando era alcalde de Jerusalem, y por obstrucción de la justicia en esta causa y en otra causa por sobornos del empresario norteamericano Moris Tallanksy.
Antes de la llegada de Olmert al penal el camino de acceso interno y el estacionamiento adyacente a la cárcel fueron despejados y declarados “áreas estériles”, por razones de seguridad. El Servicio Penitenciario informó que Olmert no puede estar en contacto con presos encarcelados por delitos de crimen organizado ni con los que cumplen condena por haber cometido delitos relacionados con la seguridad nacional.
Desde la madrugada, gran cantidad de periodistas y fotógrafos esperaron – junto a la custodia del ex primer ministro – la salida de su casa en Jerusalem y su llegada al penal. Poco antes de salir de su casa hacia el penal, Olmert difundió un mensaje en video en el que nuevamente rechaza los cargos de los que se lo acusa y asegura que cometió “errores”, pero no crímenes.
“Nadie está por encima de la ley”, dijo el primer ministro antes de comenzar a cumplir su condena.
Sin cigarros ni trato especial
Ehud Olmert ingresó en el Ala 10 de la prisión, conocida como “Ala VIP”, reservada para personas con altos requerimientos de seguridad, aunque ésta es la primera vez que un ex primer ministro cumple una pena de pisión en Israel. El lugar fue especialmente acondicionado desde el punto de vista de la seguridad, con un circuito cerrado de televisión.
Una fuente del Servicio Penitenciario declaró al portal de noticias Ynet que “Olmert recibirá el mismo trato que todos los demás, si bien se trata de un ex primer ministro, si bien estará mucho más custodiado. Es una persona que conoce secretos de Estado, y hay que tener en cuenta todo, incluso la posibilidad de un psicópata que quiera atacarlo para hacerse famoso, alguien que intente extorsionarlo o personas hostiles”.
El ex primer ministro – como todos los presos en todas las cárceles de Israel – deberá limpiar su celda y participar en los turnos de limpieza del ala donde está alojado, que incluye seis celdas con tres camas cada una. En la zona común también hay teléfonos públicos y Olmert no podrá tener consigo un teléfono celular.
Olmert recibió autorización para traer consigo cuatro pares de ropa interior, cuatro pares de calcetines, dos toallas, dos mudas de ropa deportiva sin capucha, dos sábanas, una funda de almohada, una manta (común), objetos religiosos, elementos de higiene (todas las botellas deben ser transparentes), documento de identidad y 1.5000 shekels en efectivo para gastar en la cantina.
Un ex funcionario del Servicio Penitenciario aseguró que Olmert no podrá traer consigo ni recibir durante su estadía en el Penal Maasyahu sus famosos cigarros. “Le recomendaría que no fume”, dijo la fuente, “pero si insiste en hacerlo deberá comprar cigarrillos en la cantina como todo el mundo”.