Itongadol/AJN.- Dos hermanos residentes de una localidad del centro de Israel, que fueron arrestados el mes pasado por la policía palestina bajo sospecha de que cultivaban marihuana, aseguran ahora que fueron torturados durante los interrogatorios. Entre otras cosas, afirman que los policías palestinos los ataron y los colgaron con la cabeza hacia abajo.
Los hermanos, árabes israelíes, fueron arrestados en la localidad de Bitunya, cerca de Ramallah, bajo sospecha de que manejaban un laboratorio de producción de drogas y cultivaban marihuana. Ambos relataron al portal de noticias israelí Walla que fueron arrestados por la policía palestina y retenidos durante unas cuatro semanas. En ese tiempo, aseguran, fueron colgados boca abajo durante horas y presionados por la policía para que admitieran los cargos contra ellos. Sólo dos semanas después, la Administración Civil de Israel tuvo conocimiento de la detención.
Los hermanos fueron trasladados a Israel en las últimas horas a través de un puesto de control cercano a Bet El, donde los recibieron efectivos de la Policía Israelí. Después fueron interrogados y llevados ante la justicia en Jerusalem, donde la juez – a pedido de la policía – dictaminó 20 días de arresto domiciliario.
El titular de la Oficina del Defensor Público en Jerusalén, abogado Fares Mustafa Ali, declaró a Walla que la familia acusa a las autoridades israelíes de no haber hecho lo suficiente para liberarlos, supuestamente porque no son judíos. "Ellos aseguran que fueron colgados por policías palestinos, golpeados y que no les permitían comer o tomar una ducha. La familia pidió a la Policía de Israel que los liberara, pero no hicieron nada y sólo esperaron la transferencia por parte de las autoridades palestinas”.
Funcionarios policiales consultados por el medio rechazaron las afirmaciones de la familia. “Cuando nos dirigimos a la policía palestina nos dijeron que los hermanos mantenían un apartamento en Ramallah donde habían montado un laboratorio para la producción de drogas, que ya habían sido detenidos varias veces y eran conocidos por la policía por delitos anteriores. De todos modos, funcionarios de la oficina de Enlace y Coordinación con la Autoridad Palestina hicieron grandes esfuerzos y dirigieron incontables pedidos para que los hermanos fueran trasladados a Israel.
También involucraron en los pedidos a funcionarios de seguridad del más alto rango. La situación era muy compleja, no sólo por los delitos cometidos sino porque entraron en Ramallah por voluntad propia y durante 29 días no logramos que los transfirieran a Israel”.