Itongadol/AJN.- Antes de la difusión de la reciente amenaza del líder de ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, contra Israel, el ejército israelí intensificó las operaciones de inteligencia y vigilancia de la filial de ISIS en la Península del Sinaí, Willayat Sina. La mayor parte de las actividades de seguimiento se realiza a través de medios tecnológicos y los combatientes israelíes están preparados para la posibilidad de ataques de ISIS a alguna de las poblaciones aledañas a la frontera sur.
La poco común declaración de Abu Bakr al-Baghdadi, difundida ayer, según la cual Israel es un objetivo para el Estado islámico, no tomó por sorpresa a los responsables de la seguridad en Israel. Desde hace varios meses, en el ejército israelí aumentaron los esfuerzos y las operaciones de inteligencia centradas en las filiales de ISIS en las fronteras de Israel, especialmente en la Península del Sinaí.
El Servicio de Inteligencia concentró los mayores esfuerzos en aumentar y mejorar la recopilación de información de inteligencia y seguimiento de la filial del Sinaí del estado islámico, que ve a Israel como un factor que está apoyando y ayudando al ejército egipcio en su guerra contra los yihadistas en la península. Esto último constituye un motivo suficiente para que ISIS quiera atacar al ejército israelí.
Durante el año pasado, desde que este grupo terrorista abandonó Al Qaeda y juró lealtad a Abu Bakr al Baghdadi, la filial de ISIS en el Sinaí se convirtió no sólo en su rama más eficaz en Oriente Medio, sino también en la más organizada y compartimentada. La organización, que cuenta con miles de hombres armados, en su mayoría locales, recientemente comenzó a recibir millones de dólares en ayuda desde el exterior y logra cometer ataques contra el ejército egipcio a diario. Se maneja con tal nivel de secreto que resulta difícil para los servicios de seguridad saber incluso quién es el líder de este grupo.
Recientemente, Willayat Sina difundió videos en los que llama a cometer atentados contra objetivos israelíes. La amenaza aún no se ha convertido en una advertencia concreta. Pero las unidades del ejército apostadas en la frontera trabajan sobre la base de que un eventual atentado de ISIS llegará sin información previa de inteligencia, e incluso si llega esa información, será con poco margen de anticipación.
La mayor parte del seguimiento del ejército y del Servicio de Seguridad General se realiza con medios tecnológicos, debido a la dificultad de utilizar agentes que puedan penetrar en los grupos yihadistas, que operan en una amplia zona que abarca alrededor de 25 a 30 mil kilómetros cuadrados en el Sinaí. Se trata, además, de un área mayormente montañosa, que presenta dificultades topográficas para fotografiar, y seguir a distancia los entrenamientos, sedes y depósitos de armas del grupo.
En los últimos años, Israel accedió sólo en una oportunidad a admitir públicamente que ayudó con su Fuerza Aérea a Egipto en la zona del Sinaí. Tzahal (el ejército israelí) envió un avión para tratar de ubicar los restos del avión ruso derribado en vuelo desde Sharm el-Sheij a San Petersburgo.
A pesar de centrarse en el terrorismo en la Margen Occidental y de la barrera que se terminó de construir el año pasado, Tzahal no redujo la atención a lo que ocurre en los 220 kilómetros que separan Kerem Shalom de Eilat: en el área permanecen en nivel de alerta de rutina los equipos de unidades especiales junto a los batallones que se ocupan de la seguridad de la zona. Hace tres semanas, en el lugar se realizó un “ejercicio sopresa”, en el que los responsables del Estado Mayor pusieron a prueba la capacidad del ejército de afrontar eventuales situaciones de hipotéticos atentados de gran envergadura en Eilat y Nitzana, en la parte norte de la frontera.
En los últimos meses, fueron entrenados por primera vez en este tipo de combates los soldados y soldadas del Batallón de Infantería Caracal. Se incluyeron simulacros de lucha en zonas urbanas, como preparación para un hipotético ataque de ISIS que llegue hasta uno de los poblados aledaños a la parte norte de la frontera con Egipto.
La filial de ISIS en la frontera con Siria es menos significativa que la del Sinaí. Se trata de unas pocas decenas a cientos de activistas de Shuhada al-Yarmouk, que durante el último año se dedicaron principalmente a luchar contra Jabhat al Nusrah, la filial siria de Al Qaeda, considerada la organización yihadista más significativa en el Golán sirio.