Itongadol/AJN.- El desierto de Aravá es uno de los más grandes de Israel. Allí investigadores israelíes y extranjeros que llegan al país para desarrollar distintos descubrimientos proponen a diario investigaciones para poder mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona. Noa Zer, quien encabeza el proyecto y al grupo de especialistas que se encuentra inmerso en los diferentes proyectos del lugar, recibió a la Agencia Judía de Noticias y explicó la importancia que tiene este tipo de conocimiento en la calidad de vida de las familias que viven en la comunidad. "Es muy importante. En ningún otro lugar un investigador tiene tanta responsabilidad e influencia en la comunidad donde vive, porque la investigación no es sólo para que quede en la teoría, sino para ponerla en práctica", aclaró.
En Aravá, investigadores de distintas partes del país, diversas áreas de especialización e incluso profesionales del extranjero trabajan a diario para mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona y lograr que las actividades agrícolas sean un puntapié para elevar la economía local. "La visión que tenemos es que haya un lugar de plantación agrícola en el desierto, donde los agricultores puedan plantar. Hay que saber cómo cultivar a estas especies (que están investigando) para que tengan un fin comercial y rentable", aclaró Zer, quien, durante un recorrido por el desierto con AJN, se encontraba acompañada por tres de los profesionales de Aravá, que se desempeñan en distintas actividades.
Una de ellas Mahayan, especialista en floricultura, la cual comentó que hace muchos años se cultivan flores, que luego se cortan y se exportan a Europa. "En temporada de invierno plantamos flores de verano, siguiendo los cambios climáticos de ese continente. Allá para plantar una flor de verano en época invernal tienen que primero calentar la tierra, ver que la humedad y la energía puestas sean propicias. Acá, en condiciones simples y naturales, podemos plantarlas", explicó. Esto se hace sólo en el 2 por ciento del terreno del lugar y es una de las técnicas que los especialistas buscan desarrollar para brindarle otro resguardo a quienes viven allí.
Yair, quien se enfoca en la crianza de bancos de peces de ocio y en el proyecto de la Aquapónica, un cruce de peces con fines alimenticios y los vegetales que se cultivan en el Aravá, fue otro de los profesionales que participó del recorrido y dijo: "Ambos utilizan la misma fuente de agua, los peces le sacan el amoníaco u otros elementos, luego se reutiliza, se pone en circulación para regar los vegetales y de esa forma no es necesario utilizar agua adicional para ambas cosas". El especialista trabajó por más de una década en Nueva Zelanda antes de establecerse en el Aravá.
"Estamos obligados, por cuestiones gubernamentales, a publicar todos los resultados de nuestros descubrimientos e investigaciones, pero más que nada dirigimos lo que nosotros hacemos a las personas que viven acá, para que ellos puedan sacar beneficio y provecho de eso", agregó.
Otra especialista es oriunda de Alemania y residente israelí desde hace 15 años. Ella trabaja en los laboratorios del Aravá con extractos de elementos de los cultivos para buscar la cura de enfermedades como el cáncer, las enfermedades motrices y el Síndrome de Huntington, entre otros.
Zer destacó la labor e importancia de los investigadores que trabajan allí para mejorar el rendimiento del desierto, cuidar del elemento precioso que es el agua y además brindar alternativas de desarrollo para la economía local, que es la agricultura.
"Cualquier descubrimiento o conocimiento importante puede cambiarle la vida a las personas de esta zona, para bien o para mal. Si dentro de un par de años, cuando Yair termine su investigación, se mudan unas 20 familias más a la zona, entonces la Aquapónica les puede cambiar la vida. Si fue un año difícil para el cultivo de ajíes y los agricultores no piensan en la alternativa de plantar flores, entonces el conocimiento que Maayan les puede dar será muy importante. Si viene una empresa de desarrollo de la naturaleza, decide abrir una fábrica y puede desarrollar más oportunidades de trabajo gracias a lo que todos hacemos aqui, entonces tiene una importancia increíble", remarcó Zer.
La líder del proyecto también se expresó sobre el Keren Kayemet LeIsrael y la importancia de tener una organización involucrada en los proyectos de la zona. "Lo que me gusta del KKL es que miran todo el panorama, no sólo lo focal. Ven lo necesario para hacer un cambio. Todo es parte de un rompecabezas grande, cuyo objetivo es cambiar toda la zona. Para cambiar la vida de la comunidad hay que relacionarse con tres factores: los recursos básicos, como el agua y la tierra para construir casas y cultivar, el trabajo y la calidad de vida. Si le das a una persona esas tres cosas podrá vivir acá y traer a más familias, porque la vida acá no es sencilla. Para cada uno de esos factores vemos la participación y el compromiso de la institución", sostuvo.
"Lo lindo es que el KKL funciona en la zona desde los años ‘50 y es notable que sin importar quién sea el alcalde o la autoridad del momento, construir y establecer el Aravá como parte del territorio de Israel es una misión que está presente en su agenda”, comentó.
"Cada persona que viene aquí es especialista. Cuando venís acá haces cosas nuevas y novedosas, de formas distintas", concluyó.