Itongadol/AJN.- En el contexto de la lucha contra el contrabando de armas a organizaciones terroristas, la destrucción de túneles por parte de Egipto, y una amplia serie de medidas tomadas por Israel, el portal de noticias israelí Ynet revela hoy un episodio que sucedió el verano pasado, hace poco más de un año. El convoy que trasladaba un gran cargamento de armas fue atacado y no pudo llegar a la Franja de Gaza, como estaba previsto. En Hamás creen que parte del armamento está ahora en manos de la filial de ISIS en la Península del Sinaí, y esto aumentó aún más las tensiones entre los dos grupos.
Esta organización extremista, que en el pasado se denominaba "Ansar Beit al-Maqdis", abandonó al Qaeda hace poco más de un año y juró lealtad a ISIS. Con su nuevo nombre, “Wilayat Sinai” (la provincia del Sinaí), el grupo tomó el control de todas las bocas de túneles que comenzaban en la Franja de Gaza y tenían salida en la Península del Sinaí. A partir de entonces, Wilayat Sinai comenzó a exigir a Hamás un porcentaje de lo que transportaba a través de los túneles. El ataque contra el convoy que trasladaba las armas generó más hostilidad entre los dos grupos.
Unos días después del incidente, ISIS llevó a cabo varios ataques contra soldados egipcios con armas idénticas a las que transportaba el convoy atacado. En Hamás estiman que personas relacionadas con ISIS recogieron las armas que quedaron en buen estado tras el ataque al convoy, y mintieron cuando informaron que todas las armas habían quedado destruidas.
Según expertos israelíes, más allá del uso que le puedan dar a las armas cualquiera de los dos grupos, lo sucedido muestra que Wilayat Sinai ya no se considera dependiente de Hamás para poder funcionar, a pesar de las relaciones de ayuda mutua que mantienen las dos organizaciones.
Estas relaciones incluyen el traslado de heridos de ISIS en combates con las fuerzas egipcias en el norte del Sinaí, para recibir tratamiento médico en el hospital Shifa de Gaza. Esta relación se reflejó también en el hecho de que Hamás pagó a los miembros de ISIS cientos de miles de dólares por el contrabando a través de los túneles de materias primas necesarias para ensamblar armas.