Itongadol/AJN.- En el marco de la celebración en México del 10º aniversario del Instituto Latino y Latinoamericano del Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés), Fred Reich, representante de la organización en Lima, Perú, dialogó con la Agencia Judía de Noticias (AJN) sobre la comunidad judía peruana y la importancia del Instituto para estrechar relaciones entre los países latinoamericanos.
“En cada país las comunidades tienen grados de importancia. Por ejemplo, acá en México la comunidad judía es extremadamente influyente. Así lo es en Argentina. En países como Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, las comunidades no son tan influyentes. Sin embargo, tenemos que mantenernos juntos, unidos, solidarios para cualquier eventualidad”, afirmó Fred Reich, representante de la organización en Lima y ex presidente de la kehilá de Perú, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
La celebración del 10º aniversario del Instituto Belfer para Asuntos Latinos y Latinoamericanos del AJC se realizó del 8 al 10 de noviembre en la Ciudad de México y fue una excelente oportunidad para resaltar el trabajo tan singular que realiza el Instituto. El evento reunió a los diversos grupos de interés que participan en el Instituto, entre ellos: líderes del AJC, socios latinos estadounidenses, representantes judíos iberoamericanos y líderes de opinión de toda la región.
¿Qué se lleva de este encuentro por los 10 años del Instituto?
Yo creo que este encuentro ha sido absolutamente espectacular. Creo que hay que felicitar a Dina (Siegel), a los directivos del AJC, en especial a la comunidad judía de México y a todas las personas que trabajan en el AJC. Considero que lo que la comunidad de México y el AJC han conseguido con este encuentro es algo absolutamente histórico. Haber conmemorado los 50 años del Nostra AEtate, un domingo a la tarde en la catedral de México, en una ciudad que es tan profundamente católica, un país tan católico, donde la comunidad judía se ha dado el lujo de tener la invitación del cardenal primado su eminencia Norberto Rivera de México, que suspendieron dos misas un domingo a la tarde, me parece que ha sido, como diríamos en términos futbolísticos, un golazo. No solamente para la judería latinoamericana, sino un golazo para la judería mundial.
¿Cómo está viendo las comunidades judías Latinoamericanas?
Solamente puedo hablar de la comunidad judía del Perú. La comunidad judía de Perú, pese a que yo no tengo un cargo actual de dirigencia, veo que se está fortaleciendo, en el sentido de que hay mucha más armonía de la que había antes, las cosas están fluyendo bien puertas adentro.
¿Cuál es el vínculo de la kehilá con el Gobierno?
Es una buena convivencia. No hay temas importantes que mencionar. Lo más resaltante es que el año pasado el presidente Ollanta Humala hizo una visita de Estado a Israel y fue muy importante, pese a que unas semanas después el Gobierno de Perú retiró a su embajador en Israel. Pero eso fue una cosa más de política latinoamericana que de convicción como tal.
¿Cómo vive la comunidad judía en Perú? ¿Es difícil ser judío?
No es difícil. En Perú no hay antisemitismo, a veces somos muy sensibles si alguien dice algo, porque muchas veces nosotros los judíos vivimos con una tremenda sensibilidad, pero diría que en principio en Perú no hay antisemitismo.
A partir del Instituto del AJC, ¿las distintas comunidades han encontrado la forma de apoyarse mutuamente?
Sí, eso es muy importante, porque nunca sabemos qué cosas pueden pasar en el futuro. Pero la solidaridad judía siempre nos ha caracterizado, y creo que eso es algo muy importante.
¿Cuál es el mensaje que esto les da a los líderes o presidentes de cada país, cuando saben que hay un espacio de las comunidades judías que vela por sus propias seguridades?
Yo creo que en cada país las comunidades tienen grados de importancia. He podido notar, por ejemplo, que acá en México la comunidad judía es extremadamente influyente. Así lo es en Argentina. En países como Perú, Ecuador, Bolivia, Paraguay, las comunidades no son tan influyentes. Entonces todo depende del grado de influencia que haya en cada país. Sin embargo, tenemos que mantenernos juntos, unidos, solidarios para cualquier eventualidad.
¿Cuál es su mensaje a las futuras generaciones?
Yo creo que el AJC es una institución que hay que tomar muy en serio, es para mí la organización judía mundial más importante para estrechar los lazos con todas las instituciones y gobiernos para el bienestar del pueblo judío.