El presidente israelí, Moshe Katsav, acusó hoy a la comunidad internacional de tener una política ambivalente con respecto al conflicto israelo-palestino y pidió a la ONU que investigue «sin prejuicios» los hechos ocurridos en el campamento de refugiados de Jenín.
«La comunidad internacional debe cesar esta política que no es equitativa», afirmó el presidente israelí, citado en un comunicado de sus servicios.
Este fin de semana llegará un equipo de la ONU para una misión de investigación con la intención de establecer los hechos en el campamento de refugiados palestinos de Jenín, en Cisjordania.
Israel consiguió ayer que el envío de este equipo sea aplazado, después de haber criticado el hecho de que entre las personalidades «político humanitarias» enviadas sólo haya un especialista militar, el general retirado estadounidense William Nash.
La Alta Comisionada de la ONU para los Refugiados, Sadako Ogata, y el ex presidente del Comité internacional de la Cruz Roja, Cornelio Sommaruga, forman parte del equipo.
«No entiendo por qué la comunidad interenacional estuvo callada un año y medio durante las crueles matanzas perpetradas contra la población judía en todo el país», indicó Katsav.
«El mundo permaneció callado incluso cuando los terroristas ocuparon, saquearon y profanaron la basílica de la Natividad, en Belén (Cisjordania), o cuando utilizaron ambulancias para hacer pasar armas y asesinos, o cuando transformaron mezquitas en depósitos de armas», afirmó el presidente israelí.
«Si la ONU quiere investigar lo que pasó, es bienvenida, pero la investigación debe realizarse sin prejuicios», añadió, al estimar que esta misión debería «esclarecer los acontecimientos de Jenín, donde soldados resultaron heridos o murieron, simplemente porque no queríamos hacer daño a los civiles palestinos».