Francia «no ahorrará ningún esfuerzo para que el proceso de paz se retome» en Oriente Próximo, subrayó Barnier. «Continuará actuando junto a sus dirigentes –digo bien, todos los dirigentes– elegidos y legítimos de esta región», añadió el ministro, en una clara alusión a Yasir Arafat.
Al igual que Barnier, el presidente Bush no nombró directamente al máximo dirigente palestino, pero se refirió a él al pedir el fin de «todo tratamiento de favor y todo apoyo para los dirigentes palestinos que no sirven a su pueblo y trahicionan su causa».
El jefe de la diplomacia francesa, que visitó a Arafat el pasado 29 de junio en Ramala, denunció también «la ausencia de perspectiva» en el proceso de paz de israelíes y palestinos que «alimenta hoy la desesperanza, los extremismos y todas las formas de violencia».
«La ‘Hoja de ruta’, que las partes han aceptado, debe aplicarse en totalidad y de buena fe», continuó Barnier, y expresó su deseo de que la retirada de la franja de Gaza «sea una primera etapa».
Fte E.Press