630
Itongadol.- Shmuel Rabinowitz, rabino del Muro de los Lamentos y sitios sagrados de Israel, ha quitado las miles de notas que devotos envían a Dios a través de las grietas de la antigua pared antes de que comience la festividad judía Pésaj, Pascua Judía, según informó el medio israelí Ynet News.
Cada año millones de personas visitan el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, y dejan rezos escritos en pedazos de papel que se meten en las aberturas de las piedras antiguas.
"En los últimos meses las gente ha estado poniendo sus pedidos para Dios. Rezamos para que él escuche. Este es el lugar en el que el Rey Salomón pidió que cada hombre con su rezo, su pedido, ‘ponga sus palmas en esta morada’ para que Dios escuche su oración", dijo Rabinowitz.
Como rabino del Muro de los Lamentos, él debe asegurarse de que haya suficiente espacio para futuras plegarias, entonces dos veces al año su equipo recoge los cientos de miles de notas antes de prenderlas fuego. Él dijo que usan palos cuando sacan los pequeños papelitos para evitar daños a las piedras.
"Está escrito en la Torá que no se debe poner hierro en el altar, en cosas sagradas. Éste es algo que mata, es algo que destruye. Usamos madera que no es algo que profana. No lastima. Eso es lo que hicieron en su momento en el Templo y es lo que hacemos ahora aquí", dijo.
El Muro de los Lamentos está casi consistentemente alineado con personas en plegarias profundas, muchas de las cuales se inclinan hacia delante con sus ojos cerrados, tocan sus frentes con las piedras y susurran sus deseos antes de besar la pared cuando terminan. Dejar notas de rezos y pedidos ha sido adoptado por miembros de muchas religiones en todo el mundo.
"Este es un lugar sagrado para el pueblo judío. Esta es la pared de sus lágrimas. Generaciones y generaciones han soñado con llegar aquí", destacó Rabinowitz.