Itongadol.- La Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del sector privado del Banco Mundial, hizo su primera inversión en una empresa de tecnología israelí. Se produjo a menos de dos semanas de su primera inversión en el país y la prometió que realizará más inversiones.
“Esto es una referencia”, informó el jefe global de capital de riesgo del CFI, Nikunj Jinsi, en diálogo con el diario israelí The Jerusalem Post. “Estaría muy sorprendido si no tuviéramos más inversiones similares entre los próximos 12 o 24 meses.”
Debido a que su mandato es el de impulsar el desarrollo, en el pasado, la CFI sólo inviertió en empresas israelíes que operaban en el extranjero, en los países en desarrollo.
Las recientes adquisiciones en Israel, sin embargo, son el resultado de una oleada en la tecnología del país relacionada con el desarrollo de la seguridad alimentaria, la seguridad del agua potable y el acceso a la energía.
“Es un síntoma de lo que esperamos hacer en el futuro en Israel”, afirmó Jinsi. “Por primera vez vemos una tendencia en la que las compañías israelíes que están buscando mercados emergentes desde el punto de vista del usuario final, así que creo que CFI desempeñará un papel más importante en los próximos años.”
La empresa DiViNetworks, que anunció la inversión de la CFI, se encarga de reducir el costo del acceso a Internet. Cómo hacer que Internet sea más accesible a los pobres es un factor de crecimiento en el desarrollo económico; DiViNetworks ya desplega esto en 21 países en desarrollo.
“DiViNetworks vehiculiza los medios para llevar los datos globales en la red de la manera más eficiente, rentable y controlable”, afirmó el vicepresidente ejecutivo de productos de la empresa, Yair Shapira.
La CFI realizó su primera inversión en Israel el 3 de septiembre, lo que ayuda a financiar Kaiima Bio- Agritech, una compañía de tecnología de semillas que multiplican los genomas vegetales sin poner en peligro su integridad.
“En 2050, los agricultores tendrán la tarea de producir el 70 por ciento más de alimentos que hoy en día para sostener la creciente población mundial”, expresó el CEO de Kaiima, Doron Gal. “Este es un desafío de enormes proporciones que la tecnología agrícola moderna debe cumplir”.
Las innovaciones tecnológicas pueden ayudar a satisfacer la creciente demanda de alimentos, que es mayor en los mercados emergentes.
“Me gustaría pensar que la CFI aporta más a la mesa de dinero, como el acceso al mercado y otros instrumentos financieros más”, afirmó Jinsi.