La denuncia que presentó el Presidente ante el procurador general de la Nación, Esteban Righi, para que impulse esos procesos es el primer paso, dijeron altas fuentes gubernamentales a LA NACION.
Con este fuerte impulso, el gobierno del presidente Néstor Kirchner cree que no saldrá afectado de la repercusión nacional e internacional que tendrán las posibles absoluciones en un juicio por un caso de terrorismo que lleva casi tres años.
«Sería mucho más grave que condenaran a los acusados sin que tuvieran nada que ver», dijo un funcionario del gabinete nacional.
La idea es que si, como se presume, hay absoluciones en el proceso y surge un severo reproche del Tribunal Oral Federal N° 3 por una investigación direccionada, habrá que asumir el veredicto y juzgar a los responsables por la forma en que se hizo la investigación.
«Todos descargan su irresponsabilidad sobre el juez federal [Juan José] Galeano, que eventualmente puede tenerla, pero hay que tener presente que sus resoluciones fueron avaladas por la Cámara Federal porteña», advirtió un funcionario de confianza del Presidente.
«Esta es la justicia argentina, esto es lo que nos preocupa», reconoció, y agregó que luego de todo lo que se vio en el juicio sería peor para la imagen internacional de la Argentina que hubiera condenas. «Eso sí hablaría mal del Gobierno», dijo.
En la Casa Rosada como en los tribunales federales de Comodoro Py niegan que existan contactos entre el Ejecutivo y los jueces del caso AMIA. «Dejamos que la Justicia actúe», dijo con firmeza una fuente oficial.
Kirchner mantiene su luna de miel con los familiares de las víctimas del ataque. Salió indemne las dos veces que concurrió a los actos por los aniversarios del atentado contra la mutual judía y los querellantes lo comprometieron para que se ocupe de que la causa no quede impune.
El Presidente elevó la causa AMIA al rango de cuestión de Estado, y para seguir siendo fiel a ese compromiso no sólo impulsará las investigaciones por encubrimiento, sino que también intentará que el caso no quede en vía muerta.
Aunque después de 10 años las pruebas se esfumen y la memoria de los testigos se pierda.
Fte La NAcion