Los acusados por el atentado contra la AMIA hicieron uso hoy de la última oportunidad de hablar ante el Tribunal Oral Criminal 3 que, después de casi tres años de juicio, anunciará la sentencia el próximo 2 de septiembre.
Tras unos días de receso, los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo llamaron primero al estrado a Carlos Alberto Telleldín, el reducidor de autos robados y principal acusado del hecho terrorista ocurrido el 18 de julio de 1994.
Telleldín, señalado como quien entregó la camioneta Trafic que hizo explotar la sede de la mutual judía, advirtió que lleva «diez años detenido injustamente» por el caso y ofreció devolver los «míseros» 400 mil dólares que le pagaron en el juzgado federal de Juan José Galeano, para que hiciera la declaración en la que involucró a policías, a cambio de que levanten la inhibición de sus bienes.
Además, Telleldín acusó «a la comunidad judía de tener viva esta causa con mentiras e hipocresía».
«Soy inocente, lo vengo diciendo a todo el mundo y lo voy a seguir diciendo toda mi vida; no estuve ni cerca de estas cosas», aseguró Telleldín al tribunal. «Perdí 10 años de vivir en libertad por unos míseros 400 mil dólares», enfatizó Telleldín, tras lo cual ofreció devolver ese dinero.
Telleldín es uno de los cinco sospechados como partícipes necesarios del atentado, junto al grupo de ex policías bonaerenses encabezados por el ex comisario Juan José Ribelli.
En este sentido, a su turno, el ex comisario Ribelli insistió con la teoría de la «conspiración» contra la Bonaerense en el caso, a partir de un supuesto pacto entre los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Duhalde, y aseguró que, si existiera, los acusadores hubieran pedido para él la pena de muerte.
Al hablar por última vez antes del fallo del juicio, Ribelli, acusado como partícipe necesario del ataque, afirmó, al reivindicar la inocencia de los ex policías bonaerenses implicados, que «a mí no me preocupó jamás si (la camioneta bomba Renault) Trafic existió o no, lo importante es que no tuvimos nada que ver».
«Estuvo claro desde el principio pero nadie lo quiso ver por servir a los intereses políticos», expresó el ex comisario.
También afirmó que no tiene por qué pedirle perdón a los familiares de las víctimas y sostuvo además que en la supuesta «conspiración» en su contra el juez Galeano -quien instruyó la causa hasta que lo separó la Cámara Federal- «no estuvo solo».
«No toda la culpa es de Galeano, acá la conspiración alcanza a varios funcionarios políticos y judiciales y a legisladores», entre otros, aseveró el ex oficial de la Bonaerense.
Ribelli dijo, en referencia a los acusadores, que «no tengo dudas de que si en el Código Penal existiera la pena de muerte la hubieran pedido».
«Lo único que pido es que Dios los ilumine para que puedan dictar un fallo justo y regresarnos a nuestras casas», dijo Ribelli al hablar en nombre de todos los policías.
Según está previsto en la agenda del tribunal, la ronda de las «últimas palabras» se prolongará hasta el jueves 2 de setiembre por la mañana, ya que en total son 22 las personas, la mayoría ex policías, que están siendo juzgadas por delitos de extorsión. Se especula con que muchos no hablarán.
El Tribunal está obligado a dar a conocer el veredicto el mismo día en que finalicen los descargos, por lo que el 2 de septiembre se sabrá si los acusados son condenados o absueltos del mayor hecho terrorista ocurrido en el país.
Fte Clarin