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Cada año, cientos de jóvenes judíos argentinos viajan en planes de larga duración a Israel, en búsqueda de una experiencia significativa. Muchos eligen realizar pasantías laborales para desarrollarse profesionalmente, otros tantos se conectan con su espiritualidad en una de las Yeshivot de Israel, y algunos aprovechan la oportunidad para estudiar en las renombradas universidades israelíes. Todos, sin embargo, coinciden en algo: ya sea trabajando, estudiando o sólo paseando, la experiencia en Israel les cambia la vida.
Un estudio reciente conducido por La Agencia Judía a nivel mundial entre los miles de jóvenes que ya han participado de alguno de los 200 programas que ofrece Masá, confirma que estas sensaciones al regresar de Israel se reflejan en sus acciones y decisiones de vida. Así es que, en un mundo donde la globalización incentiva a la asimilación, el 91% de quienes viajan con estos planes a Israel, eligen casarse intra-comunitariamente a su regreso.
En la Argentina, para la mayor parte de los jóvenes que viajan, la experiencia sólo es posible gracias a las becas que otorga Masá, un proyecto conjunto de La Agencia Judía y el Estado de Israel. La ayuda, que es de otorgación automática para los argentinos, permite subsidiar una parte importante del costo del programa que cada uno elige. Sin embargo, para muchos de los que se acercan a las oficinas de Masá a preguntar por la experiencia, esta beca no es suficiente. Los costos que los participantes deben afrontar son, aún después de la ayuda, considerablemente altos para ciertos programas, tales como los intercambios académicos. De esta manera, numerosos jóvenes ven su sueño frustrado, y deciden quedarse en la Argentina.
Es en este marco que desde Masá Argentina se desarrolló, en conjunto con Campaña Unida Judeo Argentina, un fondo de becas local, orientado a ayudar a todos aquellos que necesiten ayuda adicional para viajar a Israel. El mismo se nutre de pequeñas donaciones de los mismos participantes que –al regresar al país- deciden colaborar desde la convicción que cinco meses en Israel te cambian la vida, y las ganas de que cada vez más gente pueda tener estas vivencias. También se invita a sumarse al proyecto a las familias de los participantes, y a todo aquél que –incluso sin haber viajado, o tener alguien cercano que lo haya hecho- comparte los ideales y quiere ser parte de los logros de Masá. El fondo acepta donaciones desde $10 en adelante, bajo la premisa de que toda ayuda, no importa el monto, es bienvenida y suma hacia el objetivo final: que cada vez más jóvenes puedan disfrutar de una experiencia que les cambiará la vida, disfrutando los paisajes, los sabores, la vanguardia y oportunidades que les ofrece el Estado de Israel.