El Museo del Holocausto fue sede de la primera clase en materia Derechos Humanos para los 50 becarios del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN).
Luego de realizar una visita guiada al Museo, conducida por las profesoras Nejama Schneid, Ana Bircz y Nancy Rossi, el profesor Guillermo Levy dio una conferencia sobre Prevención del Genocidio, desde el punto de vista académico.
A continuación, el ministro y coordinador de la Unidad de Negociaciones con la Unión Europea, Estanislao Zawels, habló del rol del diplomático argentino en el Consejo de Seguridad, cuando la Argentina es miembro no permanente.
La directora Ejecutiva del Museo del Holocausto, Graciela Jinich, dio la bienvenida a los estudiantes y les contó sobre las particularidades del edificio y la historia del Museo.
Por su parte, el presidente del Museo, Alejandro Dosoretz, destacó la importancia de la visita de este grupo de estudiantes. “Es muy importante que los alumnos del ISEN, los muy próximos diplomáticos que representarán a nuestro país en foros internacionales, y en las distintas embajadas, hayan tenido su clase inaugural en la temática de los Derechos Humanos y la prevención de los genocidios, en nuestra casa, el Museo de la Shoá de Buenos Aires”, dijo.
“Estamos orgullosos y honrados que el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, nos haya convocado y elegido para este trascendente evento”, agregó.
A todo esto, el director general de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Federico Villegas Beltrán, acompañado de su colega la diplomática Silvia Cao, remarcó que “el Holocausto nos enseña sobre la tragedia que luego se repitió, aunque con diferentes magnitudes y contextos, con patrones de violaciones masivas y sistemáticas de Derechos Humanos. Los diplomáticos se encuentran con una realidad que está plagada de esos patrones y deben aprender tanto como diplomáticos para enfrentarse en discusiones internacionales, como la sensibilidad de todo ser humano sobre el tema”.
“El Holocausto tiene líneas puntuales que se desprenden vinculadas a la acción de la comunidad internacional: cómo reaccionó la comunidad internacional antes, durante y después del Holocausto, todo lo que significa el tema solidaridad, el tema de discriminación, y todo lo que encarna la otredad de la construcción del otro diferente pese a ser un connacional, está el tema de la moral, la ética y los principios de un diplomático”, añadió Villegas Beltrán.
También enfatizó que “el Holocausto es el paradigma del patrón sistemático de violación de los Derechos Humanos en la peor tipificación que es el genocidio, eliminar a alguien por lo que es”.
Uno de los objetivos de la materia, explicó el director general de Derechos Humanos, es aprender cómo la comunidad internacional construyó todo un derecho internacional nuevo de los Derechos Humanos donde hay una obligación de la comunidad internacional que las personas tienen derechos más allá de su nacionalidad”.
“Creemos que hay que dejar de ver el Holocausto como un hecho más del siglo XX. Que sea el puntapié inicial para entender todo sobre los Derechos Humanos y la Argentina y su historia de los Derechos Humanos”, concluyó.
En tanto, el ministro Estanislao Zawels destacó que “la labor del diplomático lo pone en contacto con estos hechos tan duros que lamentablemente continúan ocurriendo en el mundo en el que vivimos”.
“Me parece muy bueno e importante que los alumnos que están por ingresar a la Cancillería, puedan ver esta problemática que yo creo que en la Argentina no ha sido demasiado internalizada, a diferencia de otros países que han tenido más de cerca estos dramas”, añadió.
Además, señaló que “la posibilidad que futuros diplomáticos empiecen a estudiar esta materia y sobre todo en esta casa, que simboliza el paradigma de la atrocidad que es el genocidio, me parece que es un hecho muy positivo para la Cancillería”.
Sobre la banalización del Holocausto, Zawels explicó que “en todos lados del mundo se sigue con esta práctica y es muy difícil mantener los ojos abiertos frente a estas tragedias y, lamentablemente, no sé si los medios para llegar a otros públicos utilizan la palabra genocidio de manera abusiva y pierde contacto con lo que realmente es”.
El funcionario consideró que “la única manera de combatirlo (al negacionismo) es haciendo conocer de qué se trata e intentar entender un poco más la mecánica que lleva a los seres humanos a destruir a otros seres humanos”. “Quizás con el tiempo la palabra irá tomando su propio valor. Pero, tiene sobre todo que ver con la educación. Cuando uno sabe realmente de lo que está hablando, entonces no se anima a usar la palabra tan levemente”, consideró.
La clase contó con un desayuno en la Biblioteca del Museo y, una vez finalizadas las conferencias, el Museo entregó a los alumnos la revista n°36 de Nuestra Memoria, la cual ya se encuentra a disposición de educadores, investigadores e intelectuales interesados en la Shoá.
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