La directora de Patrimonio de la Fundación IWO, Silvia Hansman, brindó un informe sobre su participación en la jornada “Nuevas perspectivas de investigación sobre el Bund”, efectuada en Varsovia, Polonia, y en la “Primera Conferencia Internacional de Curadores de Colecciones de Judaica”, llevada a cabo en Jerusalem, Israel, a principios de junio.
En la primera, organizada por la Fundación Rosa Luxemburg y por Bund.net, participaron reconocidos profesores y jóvenes investigadores, muchos de ellos no judíos, que analizaron el accionar del Bund en base al impacto de nuevas metodologías y el uso de fuentes alternativas para la investigación histórica.
Al respecto, Hansman destacó el valor que se le está otorgando a los trabajos que tienen un “tono autobiográfico”.
Bund (unión, en alemán) es el término con que se denomina popularmente al Algemeyner Yidisher Arbeter Bund in Lite, Poyln un Rusland (Unión General de Trabajadores Judíos de Lituania, Polonia y Rusia), un movimiento político judío de corte socialista creado en 1897 en el imperio ruso, que tuvo una muy importante adhesión en el proletariado judío y sostenía que el judaísmo era una nacionalidad que debía desarrollarse autónomamente en los lugares donde vivían los judíos y se contraponía al sionismo y a las tendencias centralizantes de los bolcheviques rusos, por lo cual fue perseguido luego de la Revolución de Octubre.
En tanto, a la conferencia organizada por la Biblioteca Nacional del Estado de Israel asistieron representantes de instituciones de veinte países, que tienen las colecciones de judaica más importantes del mundo.
En ese marco, la directora de Patrimonio de la Fundación IWO participó en diversos debates y presentó los proyectos que está implementando la institución con la documentación que posee: recopilación de documentos relacionados con la Shoá, digitalización de materiales de archivo y capacitación e integración de profesionales y voluntarios.
Hansman destacó que en las diversas sesiones se presentaron trabajos relacionados a cómo deben organizarse las “políticas de colección”, tanto por su valoración explicita como por su disponibilidad, y cómo se deben adaptar al desarrollo de las comunicaciones, que lleva a que deban ser colaborativas y al surgimiento de nuevos tipos de colecciones.
También se trataron aspectos relacionados con la responsabilidad compartida, la restauración digital de los documentos, el uso de copias con mayor visibilidad, que permita un mejor diálogo entre los usuarios y los archivos, y cómo deben tenerse en cuenta la sensibilidad cultural y los derechos económicos del autor y morales de la tenencia y uso de los materiales, agregó.
382