A propósito de la participación de Mahmud Ahmadinejad en el encuentro organizado por las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable “Rio+20”.
Antes de pisar tierra brasilera, estuvo en Bolivia. Al término de la cumbre, visitará Venezuela. Nos preguntamos: ¿hasta cuando?, ¿hasta cuando este personaje tendrá espacios y tribunas para expresar su judeofobia? Para darle dimensión política a una de las formas más siniestras del antisemitismo de nuestro tiempo. ¿Hasta cuándo?
El interrogante hasta ahora carece de respuesta. Mientras en el mundo la política y los derechos humanos continúen su pugna solapada, difícilmente algo cambie.
Veamos esta situación puntual.
Existe el Mercosur que reúne a países de América Latina, a través de acuerdos políticos, económicos y sociales, que involucran a los pueblos respectivos para una mejor calidad de vida.
Lo decimos de modo general. Esta dimensión macro de la política: ¿tiene algún encuadre ético? ¿Ética y política no tienen nada que ver?
El presidente iraní ha expresado públicamente que el Holocausto no existe. Y sube la apuesta cuando dice nada más y nada menos, que es necesario eliminar del mapa el Estado de Israel. Agrego a ello la persecución a los homosexuales y a los baha\’is (religión nacida en la antigua Persia).
Nombra Ministro de Defensa a Ahmad Vahidi, prófugo de la justicia argentina, buscado por INTERPOL debido a su involucramiento en el ataque terrorista contra la AMIA. Este sujeto, hace un año, inauguró en Cochabamba la Escuela de Defensa del ALBA.
Suponer que el Holocausto y la existencia del Estado de Israel es un problema judío, representa un error catastrófico para el género humano. Cuando la política fusila la ética sin contratiempos, estamos ante un hecho siniestro: la posibilidad que el terrorismo asuma más poder. Mucho más poder que el que tiene ahora, facilitado por gobiernos que permiten situaciones cercanas a un abismo.
En la presentación de su libro “Historia de la solución final”. Una indagación de las etapas que llevaron al exterminio de los judíos europeos, el distinguido Juez Dr. Daniel Rafecas expresó:
“No podemos desentendernos del avance neonazi en el mundo… Hay un creciente interés en entender como fue posible la Shoá. Hablar de esto es un nuevo mandamiento para el pueblo judío y sobre todo en épocas que el negacionismo levanta cabeza…”
Estamos de acuerdo. Tiene la categoría de mandato, que claramente se extiende a la defensa incondicional a la existencia del Estado de Israel.
Es un mandato de la más pura cepa humanista. Es decir, no solo pertenece a los judíos, sino también a los cristianos, a los musulmanes, a los budistas… a todos. Simplemente, estamos hablando de lo sagrado de la vida, de nuestro indelegable compromiso de hacernos cargo del semejante.
El actual presidente iraní contradice y atenta contra los valores de la coexistencia y la diversidad. Denunciémoslo en todos los ámbitos posibles.
Oscar Olender (Presidente)
Carlos Sznajderhaus (Secretario General)
Gerardo Mazur (Director de Cultura)