BBC.- Contrariamente a lo publicado hasta ahora, Peres recalca que no hay por el momento contacto alguno con la gente de Sharon para formar un gobierno de unidad nacional que incluya al laborismo, pero es indudable que al quedar Sharon «limpio» y al aclararse que no habrá juicio en su contra, podría estar abriéndose el camino con mayor facilidad, para la incorporación de dicho partido a la coalición de gobierno.
A pesar de que hay diputados del propio laborismo que anuncian que apelarán ante la Suprema Corte de Justicia contra la decisión del asesor jurídico Mazuz en favor de Sharon, Peres es categórico: «derribar ahora a Sharon y actuar contra el gobierno, equivale a congelar por el momento la retirada de Gaza, mientras que lo que consideramos, es que ésta es necesaria lo antes posible».
Sharon parece, hace tiempo, decidido a continuar marchando hacia el momento en que soldados y colonos salgan de Gaza. Y justamente ahora, es interesante recordar la acusación categórica que lanzaron en su contra no pocos de los habitantes de los asentamientos de Gaza, especialmente el hasta hace poco viceministro de Educación, Tzvi Hendel, que acaba de dimitir precisamente por su discrepancia con la retirada.
«Cuanto más profunda sea la investigación policial, más profunda será la retirada», había dicho, dando a entender claramente que Sharon promovía el plan de separación, únicamente para desviar la atención del tema de las sospechas en su contra.
Por ahora, Sharon ha salvado un gran obstáculo. Pero eso, cabe recordar, no significa que sus problemas han terminado.
Continúa al frente de una coalición oficialmente minoritaria, contando para salvarse, con el apoyo, desde afuera por ahora, de sus adversarios laboristas.
Si no implementa lo prometido -la salida de Gaza- los pierde indefectiblemente.
Si Mazuz hubiera decidido enviar a Sharon a juicio, probablemente habría tenido que dimitir y de todos modos, su acción política se habría visto frenada, con su prestigio como primer ministro, seriamente dañado.
La decisión de no inculparlo es clave en la continuación de sus funciones como jefe de gobierno. Pero lo que realmente determinará su futuro de ahora en adelante, será al parecer, el plan de retirada de Gaza.
A menos, claro, que la Suprema Corte acepte las apelaciones contra la decisión de Mazuz y llegue a la conclusión de que la razón la tenía la ex procuradora Edna Arbel al recomendar enjuiciarlo.
Hoy parece imposible. Pero en Medio Oriente, solemos decir, nada se puede descartar.