BBC.-Todos se refieren a la decisión de Meni Mazuz, asesor legal del gobierno israelí, de cerrar los expedientes contra el primer ministro Ariel Sharon y su hijo Guilad, en los que se les había investigado por supuesta corrupción.
Mazuz, que inició sus funciones hace escasos tres meses, se topó de inmediato con el gran desafío de tomar posición respecto a un tema tan delicado, como el eventual enjuiciamiento, por primera vez en la historia del estado de Israel de un primer ministro en funciones.
La procuradora general del Estado, Edna Arbel, que en el ínterin ha dejado su cargo para ser nombrada jueza en la Suprema Corte de Justicia de Israel, había recomendado categóricamente presentar acta de acusación contra Sharon y llevarlo a juicio, pero Mazuz no aceptó su posición y hasta afirmó que contrariamente a lo que se había dicho, «las pruebas son más que insuficientes para hallarle culpable».
Tormenta judicial
Estos choques entre diferentes instancias del sistema jurídico israelí están produciendo una verdadera tormenta, más que nada por el hecho de que una recomendación determinada y la decisión totalmente opuesta que terminó siendo adoptada, estaban basadas exactamente en el mismo material recabado de la investigación, pero evaluado de forma diametralmente diferente.
Pero el resultado inmediato, central, de la decisión de Mazuz, en el plano político más amplio, va mucho más allá de los tejes y manejes en el Ministerio de Justicia.
Cuando de fondo están el plan de separación de la Franja de Gaza y la crisis en la coalición de gobierno, está claro que la decisión por la que hoy Sharon respira aliviado, tiene también repercusiones políticas de largo alcance.
Está claro que el primer ministro no sólo puede festejar a nivel familiar por el desenlace que les alivia a él y a su hijo, sino también en el marco político en el que se maneja.
Su posición queda fortalecida al disiparse formalmente una pesada nube de su horizonte, algo que no puede menos que ayudarle a lidiar con la difícil situación política en la que se halla, como jefe de una coalición minoritaria en la Kneset, parlamento israelí.