(Reuters) – El Tribunal Supremo de Israel suspendió el lunes las restricciones a la venta de carne de cerdo en tres ciudades, una batalla clave que lleva décadas en el estado judío.
«El Tribunal Supremo ha acabado de matar la identidad judía en el estado», dijo en un comunicado Eli Yishai, líder del ultraortodoxo partido Shas.
Para cerrar un caso que duraba ya cinco años, el tribunal ordenó a las ciudades de Tiberías, en la costa del Mar de Galilea; Karmiel, en el norte de Israel; y Beit Shemesh, cerca de Jerusalén, que reformulen las regulaciones municipales que prohíben o limitan la venta de cerdo.
«Ganamos», dijo Igal Yasinov, del partido laico Shinui, que había desafiado la legalidad de las prohibiciones junto con varios propietarios de tiendas que venden carne que no es «kosher».
La cuestión de la carne de cerdo es clave en el pulso histórico entre los judíos seculares y los devotos, con respecto al equilibrio entre la tradición y la vida moderna.
Las restricciones sobre la carne de cerdo, prohibida bajo las leyes de la religión judía para la alimentación, varían entre las distintas ciudades.
Sin embargo, la carne de cerdo está ampliamente disponible en un país donde los ortodoxos representan a un cuarto de la población.
Las diferencias sobre su venta se agudizaron con la llegada de un millón de inmigrantes de la ex Unión Soviética, en los años 80 y los 90.
La mayoría eran judíos seculares no tenían problema en comer cerdo, lo que causó fricciones en las ciudades con ortodoxos y con otros inmigrantes.
En un golpe a la prohibición, el Supremo dijo que las tres ciudades del caso tienen que considerar las particularidades de los distintos barrios – ortodoxos, seculares y mixtos – a la hora de evaluar los permisos de habilitación de restaurantes o carnicerías no-kosher.
Los jueces «aceptaron la posición de que debería tomarse en cuenta la opinión de la mayoría de las personas en cada área», dijo el ministro del Interior, Avraham Poraz, a Radio Israel.
«En un barrio religioso, no (se podrá vender cerdo); en uno secular, sí», dijo.