Con la tradicional ceremonia de encendido de antorchas en el monte Herzl de su capital, Jerusalem, el Estado de Israel comenzó hace instantes la transición de Iom Hazicarón (Día de Recordación de los soldados y civiles caídos en batallas y atentados terroristas) a Iom HaAtzmaut (Día de la Independencia), cuya finalización dará inicio a los festejos en todo el país.
El primer orador fue el presidente de la Knesset (Parlamento israelí), Reuven Rivlin, quien -entre otros conceptos- señaló que “el Estado de Israel no debe darse por sentado”, que “este último año fue de unificación de Israel” y que “un futuro brillante sólo es posible a través de la unidad y la cooperación con las minorías”.
El lema oficial del evento de este año es “Agua, la fuente de la vida” y los encargados de encender las antorchas fueron elegidos por un comité público en el marco del Centro de Ceremonia Nacional.
La ceremonia fue particularmente sombría debido al fallecimiento de la teniente Hila Betzaleli, de 20 años, quien murió cuando una parrilla de iluminación cayó sobre ella durante un ensayo de este mismo evento.
Ella “simbolizaba el bien de Israel”, la recordó Rivlin.
Los israelíes comienzan a celebrar con conciertos y espectáculos gratuitos al aire libre en todo el país, mientras que mañana, jueves, cientos de miles de ellos visitarán parques nacionales, playas y bosques en todo el territorio nacional.
El festejo deja atrás otro Día de Recordación, que entre ayer, martes, y hoy, miércoles, fue dedicado a homenajear a los 22.993 soldados y civiles caídos en batallas y atentados terroristas desde 1860, cuando los primeros judíos salieron de la Ciudad Vieja de Jerusalem para instalarse en otras partes del país.
326