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El Instituto L. Greenberg de Medicina Forense de Israel espera terminar una larga disputa con las familias de aproximadamente 8.200 personas por enterrar tejido humano del tamaño de una moneda que habían sido guardados previamente en el lugar.
En su lugar, el instituto guardará una cantidad microscópica de tejido de personas que murieron de muertes no naturales entre el 2000 y el 2011.
L. Greenberg, que es del Ministerio de Salud, anunció ayer que las familias podrían tener pequeños tejidos enterradas sin ningún costo en una tumba colectiva especial en el Cementerio Yarkon (para judíos) u otros sitios para musulmanes y cristianos. Si insisten en que se entierren en la misma tumba de la persona fallecida, las familias tendrán que cubrir el costo.
Las sociedades de entierro cobraran cerca de 1.000 shekels por esta tarea, pero si en el proceso se daña la tumba, costará mucho más.
Meir Broker, un alto abogado del departamento legal del ministerio – quien apareció en Abu Kabir junto con el director general del ministerio, el profesor Ron Gamzu, y su director asociado, el Dr. Boaz Lev –, dijo que era importante para el ministerio terminar con la controversia. “Esta campaña está siendo llamada Menuha Bekavod (en hebreo “descanse con honor”) y queremos darle una conclusión”, agregó.
El instituto de medicina forense dirigido por el profesor Yehuda Hiss ha elevado la controversia en el pasado, específicamente cuando un periódico hebreo descubrió que los tejidos de órganos internos de pacientes que murieron de causas naturales podrían mantenerse guardados si se ponía en cuestión un juicio legal y se llevaba a cabo una revisión.
Entonces, desde el 2000, luego de que el Comité Segelson se sentara a discutir sobre el tema, se aceptó bajo las autoridades legales, médicas, forenses y otras que tomar una pequeña porción de tejido del tamaño de una moneda era suficiente para determinar y probar la causa de muerte.
Cuando el tejido fue almacenado en Abu Kabir, muchas familias objetaron esto. Luego de que los expertos dijeran que una muestra microscópica era suficiente, dijo Broker, el ministro y Abu Kabir aceptaron continuar. Sin embargo, Hiss y sus colegas han tenido la visión conservadora de que se necesitan muestras más grandes para tener una prueba totalmente definitiva.