El presidente Shimon Peres calificó a Irán como un país en mal estado, moralmente corrupto, e instó al mundo a que ataque su postura moral.
"Yo preferiría ver más estrictas las sanciones económicas y una presión política más estrecha”, dijo Peres distanciándose de la posibilidad de un ataque militar contra la república islámica.
En una entrevista con la cadena estadounidense CNN, el mandatario israelí sostuvo que “es muy deficiente” el ataque a los fundamentos morales de Irán.
“Irán es un país en mal estado. Es moralmente corrupto", dijo Peres, según consignó The Jerusalem Post en su sitio web.
El Presidente dijo que la República Islámica es "el único país que amenaza con destruir a otro país, abiertamente".
“Israel es parte de la familia internacional de los países responsables y no quiere resolver el problema iraní por sí mismo”, agregó.
Asimismo indicó que "Israel en primer lugar mira lo que el mundo está haciendo" ante el avance del programa nuclear iraní.
Jerusalem espera que los líderes mundiales, que hacen promesas sobre el problema iraní, finalmente cumplan con sus promesas, dijo Peres.
En tanto, la líder de la oposición, Tzipi Livni, instó a Occidente a dejar en claro a Irán que todas las opciones están sobre la mesa para evitar que Teherán adquiera armas nucleares.
"Con su retórica genocida y su creciente poderío militar, no es sólo una amenaza para la estabilidad de nuestra región. Sus intenciones van en contra de los intereses del mundo libre y sus políticas son una afrenta a la los valores del mundo libre", dijo Livni en referencia al régimen islámico.
Livni también acusó a Irán de ser un impedimento para la búsqueda de la paz entre Israel y los palestinos, ya que con su apoyo a Hezbollah y Hamas, Siria e Irán “permite el crecimiento de los opositores a la paz y debilita el lado de los moderados".
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