Dos días después de completarse la primera fase del acuerdo entre Israel y el grupo Hamas para la liberación del soldado Gilad Shalit comenzaron a conocerse nuevos detalles del cautiverio que sufrió el soldado israelí y que duró más de cinco años.
El secretario general del Comité de Resistencia Popular, Zuheir Queisi, dijo al periódico Al-Hayat, con sede en Londres, que el soldado israelí no fue torturado y recibió atención médica adecuada.
El grupo participó en el secuestro y según explicó el dirigente las lesiones que sufrió Shalit son consecuencia del enfrentamiento que se produjo al momento de ser secuestrado, en el que recibió heridas leves pero fueron tratadas por médicos palestinos.
"El confinamiento de Shalit se cumplió de acuerdo a los protocolos claros y complejos. Con paciencia se cumplió con el compromiso de las normas de seguridad para evitar que Israel, los agentes de campo y unidades de inteligencia extranjera obtengan cualquier información sobre Shalit o su paradero", dijo Queisi.
El dirigente agregó que el primero en interrogar a Shalit en cautiverio fue Ahmed Hamed, comandante de las Brigadas de Izz al-Din al-Qassam, ala militar de Hamas.
Hamed supuestamente preguntó Shalit sobre su nombre, nacionalidad, religión y posición en el Ejército israelí.
De acuerdo con Queisi, Shalit se asustó, pero respondió el interrogatorio rápidamente.
Hamed fue asesinado más tarde tras un ataque terrorista en el sur de Israel, cuando las tropas israelíes destruyeron la dirección todo el comité de resistencia.
Sólo unas horas después del secuestro, Shalit fue trasladado a las Brigadas de Izz al-Din al-Qassam, para que pudieran esconderse en una zona secreta.
En cuanto a las condiciones de cautiverio de Shalit, Queisi afirmó que "se lo mantuvo en buenas condiciones humanitarias, mejor que las proporcionadas por Israel a nuestros prisioneros”. “Vio la televisión y escuchó la radio. Monitoreamos su condición médica y física muy de cerca como así su estado mental", agregó.
Queisi rechazó las denuncias de que Shalit fue torturado en cautiverio, haciendo hincapié en que hicieron todo lo posible para mantener a salvo a fin de recibir un gran número de prisioneros palestinos a cambio de la liberación del soldado israelí.
De acuerdo con el funcionario de Hamas, Shalit fue levemente herido durante el secuestro y recibió el tratamiento médico que llevó a su recuperación total.
Queisi afirmó que inmediatamente después del secuestro, algunos países árabes transmitieron mensajes a los secuestradores exigiendo la liberación de Shalit "sin recibir nada a cambio y en la que nos advertían que íbamos a pagar un alto precio, incluyendo la destrucción de la Franja de Gaza".
Agregó que las facciones palestinas rechazaron estas demandas y amenazas. "Israel trató de responder con la muerte de un gran número de activistas, pero el comité de resistencia y el pueblo palestino se mantuvieron firmes".
"Este es el día más feliz de mi vida", declaró Ahmed Jabari, jefe del ala militar de Hamas, las Brigadas Izz al-Din al-Qassam, al periódico Al-Hayat en una entrevista después de la finalización de la primera fase del acuerdo.
Jabari, quien tuvo un papel activo en la realización de la propuesta de intercambio, dijo que "Israel accedió finalmente a liberar la mitad de los presos después de que no había accedido a la liberación de algunos de ellos".
Sin embargo, Israel se negó a liberar a Marwan Barghouti, Ahmad Saadat e importantes líderes de Hamas. "Nos dimos cuenta de que no había posibilidad de que Israel los libere", explicó Jabari.
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