Inicio NOTICIAS Lichtenbaum: “La actividad que desarrolla la Fundación IWO tiende al futuro”

Lichtenbaum: “La actividad que desarrolla la Fundación IWO tiende al futuro”

Por
0 Comentarios

La Fundación IWO (Idisher Visnshaftlejer Institut, Instituto Judío de Investigaciones) es una pujante institución de la comunidad judía de la Argentina que estableció su sede en la Ciudad de Buenos Aires en 1928, continuando la senda que se inició cuando fue creada, en 1925, en la ciudad de Vilna, Lituania, que era el centro cultural judío más relevante de la Europa Central hasta que fue destruido por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial
Presidida por Saúl Drajer, la Fundación IWO es una organización que conserva, investiga y difunde materiales documentales sobre la historia, la cultura y los lenguajes del pueblo Judío, manteniendo una importante biblioteca, un archivo documental y científico sobre la historia de la comunidad judía en la Argentina y un museo, que permiten la creación de ámbitos para el estudio a través del desarrollo de cursos, la comunicación intergeneracional y el encuentro entre culturas.
En los últimos años, la entidad encaró el proyecto de erigir un nuevo edificio, construido con todos los adelantos técnicos necesarios para el desarrollo de sus objetivos.
La biblioteca, los archivos y colecciones de la Fundación IWO han sido declarados “patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires”, de acuerdo a lo establecido por la ley 1227/03, que estableció que tales bienes no podrán ser enajenados, transferidos, modificados o destruidos sin la intervención del Ministerio de Cultura porteño.
Sobre cómo se llevan a la práctica estos objetivos y los proyectos futuros, la Agencia Judía de Noticias entrevistó al profesor Abraham Lichtenbaum, su director ejecutivo.

AL- La actividad que desarrolla el IWO, porque 2011 es un año más, tiende al futuro: que podamos ir preparando gente para que el día de mañana, cuando mi generación no esté, tome la conducción y la herencia que recibimos de nuestros antecesores. Por eso, desde el atentado a la AMIA (edificio en el cual el IWO tenía su sede y desarrollaba sus actividades, y el posterior) rescate de los materiales nos olvidamos de las epopeyas, aun cuando las narramos, y trabajamos a futuro, lo que implica digitalizar y preparar los materiales para el verdadero siglo XXI y que puedan acceder las jóvenes generaciones y los investigadores, y preparar morim (maestros). El proyecto “Pequeños autores, grandes ideas” consiste en exhibir en las escuelas el documental “Los jóvenes preservaron la memoria”, de Rodolfo Compte, que narra la tarea realizada por 800 voluntarios -la mayoría, jóvenes-, que rescataron de las ruinas que dejó el terrible atentado a la AMIA los libros, archivos, objetos y obras de arte del Museo IWO. Desde que lo implementamos participaron más de 1.000 adolescentes de 11 a 13 años. Se terminaron de digitalizar y microfilmar 1.000 carpetas con historias de vida y documentación de sobrevivientes de la Shoá del Archivo Moskovits, un proyecto que se hizo en colaboración con el Museo del Holocausto de Washington y el Memorial de la Shoá de París. Se continuaron dictando los tradicionales cursos de ídish y cultura judía. Se presentó la muestra “Imágenes del mundo del trabajo de la inmigración judía en Buenos Aires”, en la Biblioteca del Congreso de la Nación, que -según los responsables- fue la que contó con mayor cantidad de visitantes en ese ámbito. También tuvimos la presentación de los IWO Shriften (colección de los libros del IWO en ídish) en la Feria del libro; Yosef Kaplan, catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalem, dictó una conferencia hace pocas semanas, con una gran concurrencia, entre quienes se contaron el embajador del Estado de Israel, Daniel Gazit, y su esposa; y recibimos cerca de 300 consultas mensuales a nuestro archivo.
P- ¿En qué estado se encuentra el proyecto del nuevo edificio?
AL- Está en un 70 por ciento de su desarrollo. Lamentablemente, la comunidad no apoyó, por lo cual la gente del IWO, voluntarios y profesionales, aguzamos el ingenio y buscamos el apoyo del mecenazgo. Si todo va bien, con el respaldo de empresarios judío vamos a aplicar los fondos obtenidos a terminar el edificio de la calle Acevedo 477, cuya piedra fundamental fue colocada en junio de 2009. Esperamos que el decimoctavo año a continuación del atentado se transforme en el año Jai (18 en guematria, un método que estipula un valor numérico a cada letra del alfabeto judaico, y “vivo”, en hebreo) del nuevo edificio del IWO.
P- ¿Cómo se financia la fundación?
AL- Tenemos que ser autoválidos porque, lamentablemente, no podemos contar -por el momento- con el apoyo de la comunidad. Entonces, el IWO tiene que aguzar su ingenio para asegurar su futuro económico, pues como decía (el ex primer ministro israelí, David) Ben Gurión, “el que no cree en milagros no es realista”. Tratamos de ser realistas y creemos en milagros, pero tenemos que tener los fondos para que la próxima generación pueda gozar de los tesoros del IWO. Para ello tenemos que llegar a que 1.000 personas le donen al IWO 20 pesos por mes.
P- ¿Cuáles son las actividades a futuro?
AL- En lo que queda de 2011 seguiremos trabajando, fundamentalmente, en la digitalización, las tareas docentes y de investigación y publicación, y estamos organizando un homenaje a César Tiempo el 24 de octubre. Esa generación de escritores, junto con Salomón Resnik, Alberto Gerchunoff, Lázaro Liacho, (Carlos) Grünberg y otros tantos, poseía la virtud judeoargentina: un conocimiento profundo de lo judaico, el ídish y su identificación con el judaísmo, y un profundo conocimiento del idioma español, con raíces porteñas. Terminaremos 2011 con una muestra de Mauricio Minkowski en un museo emblemático de la ciudad, el Sívori, donde su obra estará expuesta durante el verano, hasta el 10 de febrero. El IWO es la institución que tiene la mayor cantidad de obras de este artista en el mundo.
Silvia Hansman, directora de la Biblioteca y el Archivo de la Fundación IWO, agrega que se está preparando, para mitad el año que viene, una muestra sobre los libros con que cuenta la institución: raros, comunes, religiosos, en ídish, para estudiar ídish y hebreo, donados, rescatados y prestados.
P- Profesor, explique el proyecto de digitalización que están llevando a cabo.
AL- El proyecto de digitalización es único. Es poner en valor y a disposición del mundo los tesoros que tenemos. Al IWO vienen investigadores de todo el mundo a abrevar en nuestras colecciones, desvalorizadas por la dirigencia política de esta comunidad, que no entiende de cultura, ni conoce lo que tiene. Hoy, los profesores de ídish en el mundo somos argentinos, fruto de la escuela judía de la Argentina que se está vaciando. No tenemos una Midrashá (seminario de estudios judaicos), pero en los cursos de ídish hay alumnos jóvenes, aproximadamente de 30 años, que ya están trabajando como morim. En los últimos años rescatamos archivos de instituciones, que si no habrían ido a la basura o sido vendidos como papel viejo. Por ejemplo, el archivo del asilo de la calle Monte (hoy Baldomero Fernández Moreno). Ésta es la actividad que hacemos todos los días y que no se ve.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más