Según un responsable próximo a Arafat, éste quiere conservar sus «prerrogativas, pero está dispuesto a someterse al arbitrio del Consejo Legislativo». Por su parte, un alto responsable de Al Fatá, Radi Al-Jaraai, afirmó que «sería catastrófico si las diferencias entre ambos se trasladan al Parlamento. No tienen otra alternativa que la de reconciliarse y alcanzar un acuerdo, sin el cual las consecuencias serían muy serias para todos».
Más de 200 personalidades políticas, universitarias y de otros ámbitos de la sociedad palestina firmaron ayer una petición publicada por la prensa local para instar a Arafat y a Abbas a que pongan fin a su lucha de poder y a que se unan contra Israel.
La crisis entre ambos dirigentes, latente desde hace semanas, estalló tras un atentado suicida reivindicado por Hamás en el que murieron 21 personas en un autobús en Jerusalén el pasado 19 de agosto.
Tras ese atentado, que puso en peligro la aplicación de la ‘Hoja de ruta’, Estados Unidos aumentó la presión para que Arafat traspase a Abú Mazen el control de los servicios de seguridad para que pueda luchar eficazmente contra los radicales de Hamas y de la Yihad Islámica.
Fte E.Press