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Rabina acusó a la AMIA y profundizó la crisis en la comunidad judía argentina

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La comunidad judía argentina volvió a quedar en medio de un debate por diferencias internas luego de que la rabina de la comunidad Bet-El, Silvina Chemen, revelará que la presidenta Cristina Kirchner se sintió “ofendida” por la ausencia de representantes de la AMIA en el brindis que se realizó en la Casa de Gobierno con motivo de las Altas Fiestas judías.

Las diferencias entre conservadores y ortodoxos quedaron al descubierto cuando Chemen reveló detalles del controvertido brindis en la Casa de Gobierno al que asistieron representantes de la DAIA y de la comunidad, y en la que se notó la ausencia de miembros de la AMIA.

El hecho se produjo durante una mesa redonda convocada por la agrupación Plural JAI para discutir sobre “La mujer en los espacios de decisión comunitaria”, en la Universidad Maimónides.

Para el debate estaban anunciadas como disertantes Mirta Goldstein, presidenta de la Asociación Amigos Argentinos de la Universidad de Haifa, Shterna Grunblatt, presidenta de Beit Jana, Amalia Polak, presidenta de WIZO, y Chemen.

De acuerdo a las especulaciones y a las mismas conclusiones que llegó la rabina de la comunidad Bet-El, Shterna Grunblat, esposa del rabino Tzví Grunblatt, director de Jabad Lubavitch Argentina, faltó a la reunión para evitar compartir el debate con Chemen.

“Cuando me llamaron para este encuentro considere que habíamos dado un paso, pero hace unas horas empecé a escuchar un rumor -que no me lo confirmaron los realizadores de esta actividad- de que la señora Shterna no venía porque venía yo y que no puede sentarse en una mesa a conversar con una rabina mujer”, afirmó la religiosa de la comunidad Bet-El.

El panel que fue moderado por Leonardo Feiguin, de Plural JAI, continuó con el debate cuendo Chemen se preguntó sobre la pluridad y a lo que dijo: “No soy plural para quienes me cacheteen y me ofenden con este vacío y no lo voy a permitir porque yo tengo una profesión”.

“Siempre me preguntan si me aceptan los ortodoxos y digo que hay tantos no ortodoxos, que son la mayoría por los que tengo que trabajar y tengo oficio para hacerlo”, agregó.

Pero la rabina que pertenece a la misma comunidad que el rabino Daniel Goldman no se quedó en esa frase y reveló detalles del controvertido brindis en la Casa de Gobierno, donde el hecho más notorio fue la ausencia de la dirigencia de la AMIA y del Gran Rabino de la Argentina, Shlomó Ben Hamí.

“No me voy a callar más porque hace dos semanas pase por una situación complicadísima cuando la Presidenta de la Nación, por primera vez, invitó a un grupo representativo de la comunidad judía, de escuelas, de la AMIA, de la DAIA, de la Abuelas de Plaza de Mayo, sobrevivientes Shoá (Holocausto), rabinos conservadores y ortodoxos para desearnos Shaná Tová”, relató la religiosa.

“Venimos de un país que fue antisemita, que nos cerró la puerta durante la Shoá y la Presidenta nos invitó para decirnos feliz Año Nuevo Judío y le enseñamos a decir Shaná Tová”, agregó.

Pero, de acuerdo a lo revelado por Chemen, durante los preparativos del encuentro, el rabino Goldman recibió “presiones muy intensas” para que la rabina quede excluida de la comitiva comunitaria porque “sino el rabino Ben Hamu no podía ir” a la Casa de Gobierno.

Ante esta situación, la rabina aseguró que le dijo a Goldman que se “bajaba” de la reunión, a lo que el líder religioso le respondió “de ninguna manera”. “No fue el rabino Ben Hamú porque fui yo, y la Presidenta se ofendió porque el señor Ben Hamu decide quienes son los invitados de la Presidenta”, afirmó.

“Me pregunto: ¿Nosotros luchamos contra el antisemitismo? Si somos nosotros quienes lo generamos”, expresó.

Lejos de atenuar las diferencias, Chemen, quien dijo ser feliz con ser rabina, sostuvo que “hay que decir las cosas claras porque parece que ellos (los ortodoxos) son los verdaderos y nosotros somos los truchos”.

A la hora del debate, Amalia Polak se quejó por el espacio que se le da a la mujer en la estructura comunitaria y principalmente cargó contra la AMIA.

“Voy a hablar del rol de las mujeres en las instituciones, habló de la DAIA, la Organización Sionista Argentina (OSA) y del Vaad Hajinuj (Consejo Centrald e Educación Judía) y me disculpo de ofender o no a los compañeros de Avodá, que durante tantos años reinaron en la AMIA”, disparó Polak.

A lo que señaló que “la AMIA es la comunidad judía de Buenos Aires, pero el Vaad Hakehilot incluye a todas la comunidad de la Argentina”.

“Si bien la fuerza y la importancia (del atentado) la han hecho figurar como una de las instituciones a nivel mundial eso no quiere decir que tenemos que tener en cuenta que son Comunidad Ashkenazi de la ciudad de Buenos Aires”, sostuvo la presidenta de WIZO.

Las diferencias en la comunidad judía se acentuaron en las últimas semanas cuando la dirigencia de la DAIA confirmó su participación en la comitiva que acompañó a la presidenta Cristina Kirchner a la reunión de la ONU.

 

 

 

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