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Otros 3 árabes israelíes fueron acusados de diversos cargos vinculados con el espionaje en favor de Siria, según informó hoy, jueves, la Policía israelí tras levantarse el secreto de sumario.
En esta ocasión se trata de los drusos Fada Shaar, de 27 años, y su padre, Majad (foto), de 58, ambos residentes en Majdal Shams, y de Mahmud Masrawa, de Baka al-Gharbiya, aldeas fronterizas con ese país y el Líbano.
La acusación, que fue leída en el Tribunal Correccional de Nazaret, incluye cargos de espionaje, espionaje agravado, contactar a un agente extranjero, pasar información al enemigo, conspiración para secuestrar, entrar a una zona militar cerrada y contactar a un agente extranjero con la intención de dañar la seguridad del Estado.
El fiscal Raz Valter reclamó que la corte mantenga detenidos a los tres hombres hasta el comienzo del juicio, pero el tribunal sólo prorrogó su prisión preventiva por tres semanas, en ocasión de la próxima audiencia.
El cargo más llamativo es el de conspiración para el secuestro y se trata del intento de captura de un hombre de Baka al-Gharbiya, que erróneamente creyeron que era Bassam Adel, un ex piloto sirio que desertó a Israel en 1989, al aterrizar sorpresivamente su cazabombardero Mig-23 y pedir asilo político.
También se los acusa de filmar bases e instalaciones militares israelíes, la central eléctrica de Hadera y movimientos de submarinos en Haifa.
Según la acusación, desde 2006 ó 2007, los tres hombres comenzaron a mantener reuniones clandestinas y pasarle información a Madhat Tzalach, un druso ex residente de Majdal Shams que se mudó a Siria y trabaja para el gobierno de Damasco, en contacto con sus servicios de inteligencia.
Tras una larga investigación llevada a cabo por el Shin Bet (Servicio de Seguridad interna) y la Unidad de Crímenes Internacionales de la Policía, fuerzas de seguridad fueron a la casa de la familia Shaar en Majdal Shams, pero se toparon con casi un millar de pobladores que la rodearon y les impidieron el acceso.
Un equipo negociador policial debió intervenir para explicarles la situación a los líderes de la comunidad, de modo de cumplimentar el arresto de manera pacífica.
A fines de julio, Mona Shaar, de 46 años, esposa y madre de dos de los imputados, fue detenida por complicidad, pero aún no fue acusada.
A diferencia del resto de Israel, donde los drusos se consideran leales a su país y sirven en el Ejército, en Majdal Shams y otros tres pueblos de las Alturas del Golán, sus residentes se ven como sirios.