La comunidad judía de Brasil expresó su preocupación ante la posibilidad de que su mediación en la controversia nuclear que Irán mantiene con Occidente conduzca a incluir a Brasil en “el mapa del terrorismo internacional”.
Así lo expresó el vicepresidente ejecutivo de la Federación Israelita de San Pablo, Ricardo Berkiensztat, quien en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), consideró que el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad está tratando de “ganar tiempo” para alcanzar sus objetivos nucleares.
El dirigente comunitario destacó las intenciones del primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a partir del acuerdo nuclear firmado el pasado 17 de mayo en Teherán, pero desestimó que Irán vaya por el mismo camino.
“Hay dos puntos de vista sobre el tema del acuerdo nuclear: El primero, es que seguro Lula y su colega de Turquía tienen las mejores intenciones, pero por otro lado no creo que Irán sea bueno para eso”, afirmó Berkiensztat.
Asimismo, el dirigente comunitario consideró que “Brasil no está listo para este tipo de diálogo” porque –según su interpretación- hay una serie de problemas en el continente y a nivel local que son más prioritarios para Brasil que Irán”.
“Lula cree en la empatía entre las personas y cree que puede ser una alternativa al diálogo con los americanos, que para él están tan involucrados que no pueden ser neutrales en una reunión como esta”, evaluó Berkiensztat al analizar los motivos por los que el gobierno brasileño se metió en esta controversia.
Para el dirigente comunitario, “Brasil quiere asumir un rol distinto en el escenario internacional y lo está haciendo, pero es un riesgo muy grande, empezar intentando mediar en el problema de Medio Oriente”.
Berkiensztat consideró que el interés del gobierno de Lula está centrado en obtener “una silla permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
“Es un sueño de este gobierno y de las Relaciones Exteriores de Brasil como así también la posibilidad de asumir el rol de alternativa del liderazgo internacional al americano”, agregó.
Más allá de los objetivos políticos y diplomáticos, Berkiensztat también señaló que “por supuesto que median intereses comerciales” en las gestiones de Brasil a favor de Irán.
“Brasil tiene un comercio muy fuerte bilateral con Irán y por supuesto que quiere agrandar este comercio”, afirmó.
El dirigente comunitario consideró que “Irán busca crear un amigo porque está con las puertas cerradas en todo el mundo y está intentado crear lugares para poder tener algún espacio”.
“Pero Brasil está con los ojos más abiertos ante la gestión terrorista. Tenemos que separar al pueblo iraní, que no es terrorista, del gobierno de un dictador y sus amenazas”, opinó Berkiensztat.
Siempre en diálogo con esta agencia, el dirigente aclaró que si las gestiones entre ambos países son “para incrementar el intercambio comercial y cultura, no hay absolutamente nada en contra”.
“Mi preocupación como judío es que ahora Brasil está apareciendo más en el escenario internacional y eso puede detonar algo de manifestaciones, estar en el mapa de terror que es algo que a nosotros nos preocupa”, expresó.
Por eso, Berkiensztat consideró que “se debe estar más atento” para que “no pase como en Argentina que sufrió dos atentados importantes (Embajada de Israel 1992 y sede de la AMIA 1994)”.
“Irán ya está en Latinoamérica a través de Venezuela y Bolivia y creo que Irán puede tener más presencia en Brasil”, apuntó.
Finalmente, Berkiensztat confirmó que la comunidad judía tiene “un diálogo muy abierto con el presidente (Lula) y el gobierno” y confirmó que el mandatario “está muy sensible a toda esta situación” generada por la relación con Irán.
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