Los trastornos fetales provocados por el alcohol causan malformaciones en los bebés, incluyendo defectos faciales, baja estatura y anomalías mentales y conductuales. La rana africana Xenopus es una valiosa herramienta para estudiar el desarrollo temprano de los vertebrados, ya que, sus embriones, son grandes, resultando fácil trabajar con ellos, siendo muy sensibles a los factores ambientales. Una nueva investigación usa este sistema para estudiar el mecanismo que subyace tras las características relacionadas con el consumo materno de alcohol durante la fase temprana del embarazo. El consumo de alcohol impide el desarrollo normal al inhibir la producción del ácido retinoico. Bajo condiciones normales, los niveles de ácido retinoico, producido en áreas diferentes del embrión, suministran a las células la información necesaria sobre su ubicación y destino apropiados.
Los investigadores muestran que, los efectos tóxicos del alcohol, conducen a una respuesta de desintoxicación que acapara moléculas productoras de ácido retinoico. Su consecuencia es una desorientación celular durante un período crítico del desarrollo. El ácido retinoico es necesario para el emplazamiento correcto de las células en los embriones en desarrollo y, al impedir el uso normal de este ácido, el alcohol dificulta que las células pasen a ocupar sus posiciones correctas y que maduren de manera apropiada.
Los investigadores, de la Universidad Hebrea en Israel, descubrieron que al desactivar una molécula necesaria para producir ácido retinoico, llamada RALDH2, se incrementó la sensibilidad de los embriones en desarrollo a dosis bajas de alcohol. A la inversa, una mayor cantidad de la molécula RALDH2 protegió a los embriones de los efectos adversos del alcohol. Esto aporta evidencias de que el alcohol "roba" moléculas de RALDH2, impidiendo que desempeñen su importante papel en la síntesis de los indicadores de posición y maduración durante el desarrollo.Cidipal