El pasado 16 de julio fuerzas del Shabak (Agencia de Seguridad Israelí) y de la Unidad de Crímenes Internacionales de la Policía Nacional detuvieron al joven Jaled Kashkoush, de 29 años y de Kalansua, una ciudad de mayoría de población árabe en el norte de Israel.
Kashloush, que reside en Alemania y cursa estudios de medicina en la Universidad de Gottingen, fue detenido en el aeropuerto de Ben Gurion cuando trataba de entrar el país, informó la Oficina de Prensa del Gobierno israelí en un comunicado.
Durante su estancia en Alemania el joven entró en contacto con miembros de Hizbulá, que le pidieron que les diera información sobre Israel y nombres de ciudadanos israelíes estudiando en el extranjero.
Según las fuerzas de seguridad, Kashloush también trató de encontrar trabajo en un hospital israelí con el objeto de recopilar datos sobre miembros de las fuerzas de seguridad allí hospitalizados.
El supuesto espía recibió 13.000 euros en compensación por sus informaciones, según la acusación.
‘Desde que el Ejército israelí salió del sur del líbano en mayo de 2000 Hizbulá ha incrementado su actividad con ciudadanos israelíes, tratando de establecer una red de inteligencia e infraestructura operativa para recoger información sobre Israel y ejecutar ataques letales contra su territorio’, indica el comunicado.
Según ésta, Hizbulá está tratando de reclutar a árabe-israelíes que residen en el extranjero, ya que gracias a su ciudadanía estos pueden moverse por todo Israel y recopilar información estratégica y táctica.
La versión digital del diario Yedioth Aharonoth informaba hoy de que ya se ha levantado un acta de procesamiento contra Kashloush en la Corte de Distrito de Petah Tikva, acusado de ‘facilitar información al enemigo’.