Durante los debates en la Knesset la semana pasada, el partido laico Shinui (centro), la Unión Nacional- Yisrael Beiteinu (extrema derecha), y la Lista Arabe Unida, apoyaron la celebración de las elecciones el 14 de enero.
Por su parte, el Partido Laborista, los ultraordoxos del Shas, así como el Meretz (izquierda) y el Partido Nacional Religioso defendieron que los comicios tuvieran lugar en la fecha especificada por la regulación sobre elecciones, el 28 de enero.
Por otro lado, se espera que el diputado laborista Haim Ramon anuncie hoy si competirá con el actual ‘número uno’ de su partido, Benjamin ben Eliezer, y con el alcalde de Haifa, Amran Mitzna, en las primarias laboristas. De acuerdo con los últimos sondeos, Ramon está perdiendo apoyo frente a sus rivales.
Mientras, Sharon y Netanyahu han acordado que las primarias en el Likud (derecha) tengan lugar el próximo 28 de noviembre, de las que saldrá el candidato a primera ministro del partido.
Asimismo, la promesa del primer ministro de nombrar al actual ministro de Defensa, Saul Mofaz, para el mismo cargo en el futuro gobierno fue acompañada por la condición de que la cartera de Defensa permanezca en manos del Likud, según informaron fuentes cercanas al primer ministro.
Sin embargo, de formarse un gobierno de unidad nacional, como Sharon pretende hacer de ser el ganador de las elecciones, se sobreentiende que el Ministerio de Defensa sería para un laborista, por lo que Mofaz quedaría fuera del nuevo gabinete y no se cumpliría la condición de un ministro de Likud.
Fte E.Press